Capítulo 15. Hospital
Pues al día siguiente llega Ron y salta:
- Ola k ase.
Y Dougie le contesta:
- Pos ná aki.
Y de esto que llega el médico y dice:
- Ola, k kiere?
Va, y ahora en serio.
*POV Dougie*
Esa llamada telefónica nos dejó a todos paralizados.
Cogimos el coche y salimos directos al hospital.
No sabíamos muy bien que nos pasaba, Ron nos llamó muy nervioso, casi no podía hablar, y nos dijo que nos necesitaba en el hospital.
*POV Ron*
Ya no podía más.
No lo resistí y me derrumbé.
Estaba fuera esperando a que terminaran de revisar a mi hermano cuando noté que alguien se acercaba a mí.
- Hemos venido lo antes posible - dijo Dougie-.
- Gracias chicos.
- ¿Qué es lo que ha pasado? - preguntó Harry-.
- Tyler...
- Mierda -dijo Dougie por lo bajo mientras se llevaba las manos a la cabeza-.
Lo expliqué detenidamente mientras se me escapaba alguna lágrima al recordarla tumbada en la camilla de la ambulancia inconsciente.
Justo en ese momento se acercó un médico.
- Podéis pasar a verla. Pero será mejor de uno en uno, es mejor no agobiarla ni molestarla mucho.
Me levanté lentamente ante la mirada de todos, empuje la puerta y entré.
Estaba dormida, llena de tubos y de moratones.
Me acerqué a ella y le cogí la mano.
- ¿Joanna? -pregunté
De repente se movió y me apretó la mano.
- Ron.
- Gracias a dios.
- ¿Tú estás bien? - me preguntó-.
- Ese hijo de puta que no voy a nombrar te da una paliza y tu te preocupas de si yo estoy bien.
- Si.
- Pues estoy bien -dije sonriendo-. Menos mal que llegué a tiempo para separarle de ti, si no le mato.
- Tranquilo, estoy bien.
Hablaba muy bajo, parecía cansada.
- Los chicos han venido, ¿quieres ver a alguno?-pregunté-.
Me miró y entendí a quien quería ver.
La besé en la mejilla y salí a avisarle.
*POV Dougie*
Ron salió por la puerta, era nuestro cómplice que lo sabía todo.
Sin decir nada entré a la habitación.
Me hizo señas para que me sentara en la cama y así hice.
Nos quedamos un rato sin decir nada hasta que se acercó a mi y rozó mis labios con los suyos. En ese momento entró una enfermera diciéndome que me tenía que ir.
Me despedí de ella y me fui con los demás.
- ¿Qué tal está? -me preguntó Tom-.
- Bien, pero ese tío se ha pasado de la raya.
- Dougie, no hagas nada de lo que te vayas a arrepentir.
- Tranquilo Tom, mientras no me lo cruce por la calle irá todo bien.
Al salir del hospital invitamos a Ron a nuestra casa a cenar, ninguno queríamos que se quedara solo porque iba a necesitar apoyo.
Pedimos unas pizzas y cuando llegó el repartidor nos pusimos a ver la tele mientras nos comíamos las pizzas.
- Ron, come algo más, es Joanna la que está mal no tu -dijo Danny-.
- Lo sé, pero no me saco la imagen de la cabeza. Le estaba pegando con tanta fuerza...
- Bueno, vamos a animar esto un poco, ¿quién quiere jugar al twister? - preguntó Harry-.
No era el mejor momento, pero todos accedimos para levantar la moral de esta casa.
Después de unas horas jugando y bebiendo, idea de Danny, Tom llevo a Ron a su casa para que todos descansáramos.
Pasadas una semana dieron a Joanna el alta.
Todos la recibimos con los brazos abiertos con una mini fiesta en la que todos intentamos olvidar lo que pasó y los moratones que todavía tenía.
Bueno, espero que os guste. Aprovechando que estamos de vacaciones voy a intentar subir.
El principio del fic es por @dearweirdmaria <3
He descubierto que mi fic es aburrido, pero a las que le tiene que gustar es a vosotr@s.
Es cortito pero bueno, le prometí a @mcpiilar que subiría.
Comentar el capítulo o si no, ya sabeis @underapaperstar a vuestra disposición
domingo, 23 de diciembre de 2012
lunes, 17 de diciembre de 2012
Capítulo 14 - Little Joanna
Capítulo 14. Conflictos
Al día siguiente Dougie vino a por mí para ir a comer al sitio más caro y lujoso de todo el mundo, el McDonalds.
Vale, no era lujoso ni nada, pero con Dougie cualquier sitio podía ser romántico mientras no hiciese una broma de las suyas.
Mientras íbamos de camino, me pareció ver el coche de Tyler pasar por nuestro lado, pero hice caso omiso. Pedimos nuestras hamburguesas y nos sentamos en una mesa a comer.
- Si Harry no te hubiese golpeado con la puerta, ahora mismo no estaríamos aquí.
- Cierto.
- Y si Harry no te hubiese dejado coger ese avión ahora mismo estarías con él y no conmigo.
- También cierto.
- Así que me alegro de que te dejara escapar.
- Pues yo lo pasé mal-contesté agachando la cabeza-.
- Lo siento.
- Pero lo pasé y ahora estoy contigo.
- Poniéndole los cuernos a tu verdadero novio.
- Si. Tengo que llamarle y hablar con él.
- Espero que se lo tome bien.
- No le pienso decir que estoy con alguien, si no me mata.
Proseguimos con nuestra maravillosa tarde hablando, riendo… hasta que se hizo de noche.
Dougie me acompañó hasta la puerta de mi casa.
- Me lo he pasado muy bien Doug.
- Yo también.
Se acercó a mí y me besó dulcemente. Era como el beso perfecto, delicado y con sentimientos.
Se separó de mi y se alejó por la calle.
Entré en mi casa, cerré la puerta y a los tres segundos estaban llamando al timbre.
Supuse que era Dougie y abrí deprisa sin mirar antes quien era, pero mi sorpresa fue que no era Dougie.
- ¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA HACER LO QUE ME ESTÁS HACIENDO EH?! – me gritó Tyler mientras me empujaba y me tiraba al suelo.
En ese momento me entró el pánico, Ron no estaba en casa y Tyler cuando estaba así podía llegar a cualquier cosa.
- ¡CONTESTA!
- Te lo iba a decir.
- ¡¿QUÉ ME LO IBAS A DECIR?! ¡JÁ!
- Créeme. Por favor –dije mientras me salían lágrimas por los ojos-.
- ¡NO TE CREO! ¡ESTABAS MORREANDOTE CON UN TIO AHORA MISMO FUERA!
No me salían las palabras de la boca. Se me quedó mirando con esa cara que pone cuando algo no le gusta. - Estas me las vas a pagar. Sabes perfectamente como soy y lo que soy capaz de hacer –dijo con una voz que ni en las peores películas de miedo-.
- Lo puedo explicar –dije mientras me intentaba levantar-.
- No, creo que ya está todo explicado, ¿no crees? Me tiró otra vez al suelo y me empezó a dar patadas en las costillas, en la cara, en todo el cuerpo sin parar. No podía soportar más el dolor.
Creía que me iba a morir cuando alguien abrió la puerta.
Solo pude ver la cara de terror de mi hermano mirándome, petrificado como su hubiera visto un fantasma, pero no pude más y cerré los ojos.
*POV Ron*
Llegaba de dar una vuelta con mis amigos.
Vi la luz encendida así que supuse que mi hermana ya habría llegado de su mañana con Dougie. El chico me parecía majo, y además le gustaba la música, pero lo que me encontré no era lo que me esperaba.
Mi hermana tirada en el suelo, inconsciente mientras el hijo de puta de Tyler le pegaba.
- ¿QUÉ HACES RETRASADO MENTAL? – dije mientras le cogía y le separaba de mi hermana- ¿¡ TÚ ESTÁS BIEN DE LA CABEZA!?
Le solté y me agaché para ayudar a mi hermana. Estaba realmente mal Tyler se me quedo mirando a los ojos, pasados unos segundos salió por la puerta como su no hubiera hecho nada.
Salí corriendo hacía el teléfono y llamé a una ambulancia y a los cinco minutos estaba aquí. Los médicos la subieron en una camilla con todo el cuidado del mundo y seguidamente a la ambulancia. Me monté con ellos en la ambulancia y nos dirigimos al hospital a la mayor velocidad posible.
Bueno, bueno, bueno...
Sé que hace mucho que no subía, pero el instituto me consume :(
Pero POR FIN he subido :)
Es un capítulo corto, pero intenso, espero que os guste, que comentéis, si no es por aqui, por twitter, ya sabéis ( @underapaperstar )
Y también espero no tardar tanto en subir.
Os quiero lagartitos mios !! <3
Vale, no era lujoso ni nada, pero con Dougie cualquier sitio podía ser romántico mientras no hiciese una broma de las suyas.
Mientras íbamos de camino, me pareció ver el coche de Tyler pasar por nuestro lado, pero hice caso omiso. Pedimos nuestras hamburguesas y nos sentamos en una mesa a comer.
- Si Harry no te hubiese golpeado con la puerta, ahora mismo no estaríamos aquí.
- Cierto.
- Y si Harry no te hubiese dejado coger ese avión ahora mismo estarías con él y no conmigo.
- También cierto.
- Así que me alegro de que te dejara escapar.
- Pues yo lo pasé mal-contesté agachando la cabeza-.
- Lo siento.
- Pero lo pasé y ahora estoy contigo.
- Poniéndole los cuernos a tu verdadero novio.
- Si. Tengo que llamarle y hablar con él.
- Espero que se lo tome bien.
- No le pienso decir que estoy con alguien, si no me mata.
Proseguimos con nuestra maravillosa tarde hablando, riendo… hasta que se hizo de noche.
Dougie me acompañó hasta la puerta de mi casa.
- Me lo he pasado muy bien Doug.
- Yo también.
Se acercó a mí y me besó dulcemente. Era como el beso perfecto, delicado y con sentimientos.
Se separó de mi y se alejó por la calle.
Entré en mi casa, cerré la puerta y a los tres segundos estaban llamando al timbre.
Supuse que era Dougie y abrí deprisa sin mirar antes quien era, pero mi sorpresa fue que no era Dougie.
- ¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA HACER LO QUE ME ESTÁS HACIENDO EH?! – me gritó Tyler mientras me empujaba y me tiraba al suelo.
En ese momento me entró el pánico, Ron no estaba en casa y Tyler cuando estaba así podía llegar a cualquier cosa.
- ¡CONTESTA!
- Te lo iba a decir.
- ¡¿QUÉ ME LO IBAS A DECIR?! ¡JÁ!
- Créeme. Por favor –dije mientras me salían lágrimas por los ojos-.
- ¡NO TE CREO! ¡ESTABAS MORREANDOTE CON UN TIO AHORA MISMO FUERA!
No me salían las palabras de la boca. Se me quedó mirando con esa cara que pone cuando algo no le gusta. - Estas me las vas a pagar. Sabes perfectamente como soy y lo que soy capaz de hacer –dijo con una voz que ni en las peores películas de miedo-.
- Lo puedo explicar –dije mientras me intentaba levantar-.
- No, creo que ya está todo explicado, ¿no crees? Me tiró otra vez al suelo y me empezó a dar patadas en las costillas, en la cara, en todo el cuerpo sin parar. No podía soportar más el dolor.
Creía que me iba a morir cuando alguien abrió la puerta.
Solo pude ver la cara de terror de mi hermano mirándome, petrificado como su hubiera visto un fantasma, pero no pude más y cerré los ojos.
*POV Ron*
Llegaba de dar una vuelta con mis amigos.
Vi la luz encendida así que supuse que mi hermana ya habría llegado de su mañana con Dougie. El chico me parecía majo, y además le gustaba la música, pero lo que me encontré no era lo que me esperaba.
Mi hermana tirada en el suelo, inconsciente mientras el hijo de puta de Tyler le pegaba.
- ¿QUÉ HACES RETRASADO MENTAL? – dije mientras le cogía y le separaba de mi hermana- ¿¡ TÚ ESTÁS BIEN DE LA CABEZA!?
Le solté y me agaché para ayudar a mi hermana. Estaba realmente mal Tyler se me quedo mirando a los ojos, pasados unos segundos salió por la puerta como su no hubiera hecho nada.
Salí corriendo hacía el teléfono y llamé a una ambulancia y a los cinco minutos estaba aquí. Los médicos la subieron en una camilla con todo el cuidado del mundo y seguidamente a la ambulancia. Me monté con ellos en la ambulancia y nos dirigimos al hospital a la mayor velocidad posible.
Bueno, bueno, bueno...
Sé que hace mucho que no subía, pero el instituto me consume :(
Pero POR FIN he subido :)
Es un capítulo corto, pero intenso, espero que os guste, que comentéis, si no es por aqui, por twitter, ya sabéis ( @underapaperstar )
Y también espero no tardar tanto en subir.
Os quiero lagartitos mios !! <3
lunes, 24 de septiembre de 2012
Capítulo 13 - Little Joanna
Capítulo 13. Asuntos pendientes.
Al día siguiente me desperté con el sonido de la puerta al cerrarse.
Me di la vuelta en la cama para mirar la puerta de la habitación justo cuando aparecieron cinco chicos, mi hermano y McFly al completo.
- Hola. ¿Estas mejor? –me preguntó Tom-
- Sí, gracias.
- Venga dejar a los tortolitos solos, tienen cosas que hablar-dijo Danny-.
- Eh, no somos ningunos tortolitos –respondió Dougie mientras los demás salían de la habitación cerrando la puerta-. Bueno, ¿Qué querías hablar?
- ¿Puedes ser más respetuoso?
Se llevó la mano a la cabeza.
- Sí –dijo casi en un susurro-. Perdón.
Vino hacía la cama y se sentó en el borde.
Me levanté y me senté a su lado.
Él miraba al suelo y yo le miraba a él.
Le cogí la cara con las manos y le besé. Al principio no lo correspondió por la sorpresa, pero al momento siguió el beso.
Se separó de mi y vi en su cara una sonrisa.
- ¿Has cortado con Tyler?
- Bueno… Seguimos saliendo, pero lo solucionaré.
- Osea que le estás poniendo los cuernos a tu novio.
- Mas o menos- dije mientras le volvía a besar-.
Justo en ese momento abrió la puerta la única persona que no tenía que abrirla.
- Oh no-dije-.
Salí detrás de él.
- Harry...
Me ignoró completamente.
- ¡Harry Judd! ¿Me puedes decir que te hecho yo para que estés así conmigo?
De repente se paró en seco.
- No has hecho nada ¿vale? La culpa es mía.
- No te culpes –dije abrazándolo-.
Parece que lo hice razonar.
- Vuestro secreto está a salvo.
Sonreí tímidamente.
- Gracias –susurré-.
Me quedé mirándole mientras bajaba por las escaleras mientras que Dougie venía por detrás.
- ¡Bu!
- ¡Ahhhh!
- JAJAJAJA
- No me hace gracia.
- A mi sí. Menudo salto que has pegado.
- Yo no he saltado-me defendí-.
- Claro que no. Creo que deberías comer algo.
- Sí, tengo un hambre terrible.
Bajamos a la cocina y nos miraron todos con esas miradas de cuéntamelo todo, pero yo solo me cogí un bol, me eché la leche y cereales y empecé a comer sin decir nada.
- ¿Se te ha comido la lengua el gato? – preguntó Danny-
Moví los hombros para que viera que no le iba a contestar.
- O mejor dicho ¿se te ha comido la lengua algún lagarto rubio o algo?
- No, solo hemos solucionado unos problemas que teníamos pendientes.
- Me alegro –dijo Tom-. Bueno, nosotros nos vamos, cualquier cosa ya sabes.
- Claro, adiós chicos.
Dougie y yo nos despedimos mirándonos, sin palabras.
Cuando se fueron mi hermano apareció detrás como si fuera un espejismo.
- ¿Lo habéis arreglado? –dijo mientras me miraba con las cejas alzadas-.
Lo abracé con todas mis fuerzas.
- Sí.
- Me alegro mucho. Me gusta verte feliz.
Pasó la mañana, mi hermano intentó hacer la comida, pero al final acabamos pidiendo pizza.
Cuando Dougie me llamó para quedar me puse nerviosa, me duché a toda prisa y me empecé a vestir.
No quería ir muy formal, pero tampoco muy informal así que me puse unos vaqueros, una camiseta negra de media manga y mis vans.
Justo cuando acabé de prepararme llamaron al timbre.
- ¡Ya voy yo!
Cuando abrí la puerta me encontré a un Dougie vestido igual que yo a excepción de que él llevaba una camiseta azul de cuadros.
Me puse mi chaqueta y me fui.
- Adiós Ron.
- Adiós chicos.
Salimos a la calle.
- ¿Tú hermano lo sabe?
- Sí. ¿Te molesta?
- No, claro que no.
- Ah bueno. Por cierto ¿dónde vamos?
- ¿Dónde quieres ir?
- ¿Starbucks?
- Vale.
Llegamos y pedimos puesto que no había mucha gente.
- ¿Qué quieres?
- Chocolate.
- Yo invito-dijo Dougie-.
- No hace falta.
- Invito yo, no se hable más.
Nos sentamos en una mesa apartada para que nadie le reconociera.
Estuvimos hablando de muchas cosas dándonos cuenta de que teníamos demasiado en común.
- Bueno, los chicos se estarán preguntando dónde estoy. No les he dicho que iba contigo.
- ¿Se lo pretendes esconder?
- Más o menos, por lo menos al principio. Se burlarán de mi.
- Bueno, como quieras a mi no me importa.
Me acompañó a casa.
- Bueno, me lo he pasado muy bien.
- Yo también – contesté-.
Le cogí la cara entre las manos y le besé.
Hola amig@s !!! Después de un tiempo he subido capítulo.
Siempre me pasa lo mismo, que no se como hacerlo, pero bueno.
Esto es lo que tod@s esperabías ¿no? muahaha
Espero que os guste que me comentéis y espero no tardar tanto :)
Al día siguiente me desperté con el sonido de la puerta al cerrarse.
Me di la vuelta en la cama para mirar la puerta de la habitación justo cuando aparecieron cinco chicos, mi hermano y McFly al completo.
- Hola. ¿Estas mejor? –me preguntó Tom-
- Sí, gracias.
- Venga dejar a los tortolitos solos, tienen cosas que hablar-dijo Danny-.
- Eh, no somos ningunos tortolitos –respondió Dougie mientras los demás salían de la habitación cerrando la puerta-. Bueno, ¿Qué querías hablar?
- ¿Puedes ser más respetuoso?
Se llevó la mano a la cabeza.
- Sí –dijo casi en un susurro-. Perdón.
Vino hacía la cama y se sentó en el borde.
Me levanté y me senté a su lado.
Él miraba al suelo y yo le miraba a él.
Le cogí la cara con las manos y le besé. Al principio no lo correspondió por la sorpresa, pero al momento siguió el beso.
Se separó de mi y vi en su cara una sonrisa.
- ¿Has cortado con Tyler?
- Bueno… Seguimos saliendo, pero lo solucionaré.
- Osea que le estás poniendo los cuernos a tu novio.
- Mas o menos- dije mientras le volvía a besar-.
Justo en ese momento abrió la puerta la única persona que no tenía que abrirla.
- Oh no-dije-.
Salí detrás de él.
- Harry...
Me ignoró completamente.
- ¡Harry Judd! ¿Me puedes decir que te hecho yo para que estés así conmigo?
De repente se paró en seco.
- No has hecho nada ¿vale? La culpa es mía.
- No te culpes –dije abrazándolo-.
Parece que lo hice razonar.
- Vuestro secreto está a salvo.
Sonreí tímidamente.
- Gracias –susurré-.
Me quedé mirándole mientras bajaba por las escaleras mientras que Dougie venía por detrás.
- ¡Bu!
- ¡Ahhhh!
- JAJAJAJA
- No me hace gracia.
- A mi sí. Menudo salto que has pegado.
- Yo no he saltado-me defendí-.
- Claro que no. Creo que deberías comer algo.
- Sí, tengo un hambre terrible.
Bajamos a la cocina y nos miraron todos con esas miradas de cuéntamelo todo, pero yo solo me cogí un bol, me eché la leche y cereales y empecé a comer sin decir nada.
- ¿Se te ha comido la lengua el gato? – preguntó Danny-
Moví los hombros para que viera que no le iba a contestar.
- O mejor dicho ¿se te ha comido la lengua algún lagarto rubio o algo?
- No, solo hemos solucionado unos problemas que teníamos pendientes.
- Me alegro –dijo Tom-. Bueno, nosotros nos vamos, cualquier cosa ya sabes.
- Claro, adiós chicos.
Dougie y yo nos despedimos mirándonos, sin palabras.
Cuando se fueron mi hermano apareció detrás como si fuera un espejismo.
- ¿Lo habéis arreglado? –dijo mientras me miraba con las cejas alzadas-.
Lo abracé con todas mis fuerzas.
- Sí.
- Me alegro mucho. Me gusta verte feliz.
Pasó la mañana, mi hermano intentó hacer la comida, pero al final acabamos pidiendo pizza.
Cuando Dougie me llamó para quedar me puse nerviosa, me duché a toda prisa y me empecé a vestir.
No quería ir muy formal, pero tampoco muy informal así que me puse unos vaqueros, una camiseta negra de media manga y mis vans.
Justo cuando acabé de prepararme llamaron al timbre.
- ¡Ya voy yo!
Cuando abrí la puerta me encontré a un Dougie vestido igual que yo a excepción de que él llevaba una camiseta azul de cuadros.
Me puse mi chaqueta y me fui.
- Adiós Ron.
- Adiós chicos.
Salimos a la calle.
- ¿Tú hermano lo sabe?
- Sí. ¿Te molesta?
- No, claro que no.
- Ah bueno. Por cierto ¿dónde vamos?
- ¿Dónde quieres ir?
- ¿Starbucks?
- Vale.
Llegamos y pedimos puesto que no había mucha gente.
- ¿Qué quieres?
- Chocolate.
- Yo invito-dijo Dougie-.
- No hace falta.
- Invito yo, no se hable más.
Nos sentamos en una mesa apartada para que nadie le reconociera.
Estuvimos hablando de muchas cosas dándonos cuenta de que teníamos demasiado en común.
- Bueno, los chicos se estarán preguntando dónde estoy. No les he dicho que iba contigo.
- ¿Se lo pretendes esconder?
- Más o menos, por lo menos al principio. Se burlarán de mi.
- Bueno, como quieras a mi no me importa.
Me acompañó a casa.
- Bueno, me lo he pasado muy bien.
- Yo también – contesté-.
Le cogí la cara entre las manos y le besé.
Hola amig@s !!! Después de un tiempo he subido capítulo.
Siempre me pasa lo mismo, que no se como hacerlo, pero bueno.
Esto es lo que tod@s esperabías ¿no? muahaha
Espero que os guste que me comentéis y espero no tardar tanto :)
martes, 11 de septiembre de 2012
Capítulo 12 - Little Joanna
Capítulo 12. Se pondrá bien.
A la mañana siguiente me desperté en mi cama con el vestido que llevaba la noche anterior.
Cuando llegué a mi casa solo tenía ganas de pegarme con la sartén más grande que encontrara por la cocina en la cabeza, porque no merecía vivir, pero decidí que era mejor irme a la cama.
Cuando me desperté miré la hora en el móvil, eran las dos de la tarde.
Aparte de ver la hora observé que tenía veinte llamadas perdidas de Tyler y una de Tom y seis mensajes, también de Tyler.
Pasé de todo, me puse mi pijama y me volví a meter en la cama.
Cuando me despertó mi hermano era de noche.
- Toma, necesitas comer algo o te vas a poner mala-dijo mientras dejaba un plato con un sándwich y un vaso de agua en la mesilla.
Se sentó en la cama y salté a abrazarle.
- No me merezco vivir.
- ¿Por qué dices eso? ¿Qué ha pasado? -dijo mientras me acariciaba el pelo-
Se lo expliqué mientras retenía mis lágrimas.
- Entiendo. Deberías hablar con él.
Negué con la cabeza, me tumbé y me tapé la cabeza con la manta mientras comenzaba a llorar.
Notaba como Ron se levantaba de la cama y cerraba la puerta al salir de la habitación.
Di unos bocados al sándwich, pero solo por mi hermano, no tenía mucha hambre.
Bebí agua y me volví a dormir. No tenía fuerzas para nada.
Me desperté tosiendo y muerta de frío.
Era temprano, pero después de un día entero durmiendo no tenía más sueño.
Cuando bajé a la cocina mi hermano se levantó corriendo hacia a mí.
- Tienes muy mala cara
- Estoy bien.
- No, no lo estás.
Me tocó la frente.
- Creo que tienes fiebre, sube a la cama, yo te preparo el desayuno.
- Estoy bien- dije otra vez-.
- Sube a tu habitación –me dijo más serio-.
Subí sin protestar y a los diez minutos subió Ron con un zumo de naranja y una tostada.
- Cómetelo, y después te tomas esta pastilla. Tienes muy mala cara. Voy a por el termómetro.
La verdad que me encontraba mal, pero creo que no era para tanto.
Cuando volvió comprobó que tenía 38.5 de fiebre.
- No salgas de la cama, será una gripe normal, pero es mejor prevenir.
- Sí mamá.
- No es de risa, habrás cogido frío la noche que volviste de casa de Tyler, que por cierto llamó ayer pero le dije que no te molestara más después de ver como llegaste el otro día. ¿No te hizo nada verdad?
- No.
- Y también llamó Tom, a él si deberías llamarle.
Se levantó a por el teléfono que estaba encima de mi escritorio.
- Te dejo sola.
- Gracias por todo. Si me traes unos pañuelos te lo agradecería.
Marqué el número de la casa de Tom y a los dos toques lo cogió.
- ¿Diga?
- Hola Tom.
- ¡Joanna! ¿Estás bien?
- Sí, estoy un poco constipada, pero nada.
- ¿No viste mi llamada?
- Sí, pero me iba a ir a dormir y no contesté.
- ¿Quién es? –oí a Danny a través del teléfono-.
- Es Joanna. Nos has pillado ensayando.
- Si quieres te llamo más tarde.
- Oh, no hace falta, con saber que estas bien nos basta. Bueno, te cuelgo.
- Adiós Tom.
- Adiós enana.
Justo cuando colgué me tomé la pastilla y me dormí.
Desperté y cogí un pañuelo para sonarme la nariz.
- Duermes demasiado, creo que deberíamos llamar a un médico, además la fiebre no te baja.
- Estoy bien-dije acabando la frase con un ataque de tos.
- ¿Ves? No estás bien. Ahora mismo llamo a un médico.
Al día siguiente vino el médico.
Justo mientras me estaba mirando llegaron Danny y Tom, que se quedaron fuera con mi hermano.
Cuando acabó les hizo pasar.
- Verán, tiene toda la pinta de ser una neumonía. La mandaré unos sobres y pediré que esté pendiente de que haga reposo, si no mejora en unos días será mejor llevarla a un hospital.
- ¿Pero es grave?
- No, hay casos peores, pero se pondrá bien.
- Gracias doctor, le acompañaré a la puerta.
Me dejó sola con Danny y Tom que me preguntaron como estaba y hablamos un poco de su vida como estrellas de la música.
- ¿Cómo están Dougie y Harry? -pregunté-
- Bien, creo que tienen unas ganas locas de verte los dos, creo que podrían venir a darte mimitos-dijo Danny-.
- Ja-ja. No creo que tengan ganas de verme, y menos Dougie. Por cierto si le podéis decir que venga...
Se miraron los dos y Tom dijo:
- Claro. Se lo diremos cuando lleguemos.
- Gracias.
- Te dejamos descansar.
Bueno familia, aqui otro capítulo de este fic.
Tengo que decir que a mi no me gusta (no me suelen gustas nunca), pero espero que a vosotras si.
Es un capítulo un poco ¿raro? pero bueno, es lo que se me ha ocurrido en ese momento xD
Bueno, que quiero comentarios ya que me gusta mucho leerlos :)
Se despide @McMiriam1D
A la mañana siguiente me desperté en mi cama con el vestido que llevaba la noche anterior.
Cuando llegué a mi casa solo tenía ganas de pegarme con la sartén más grande que encontrara por la cocina en la cabeza, porque no merecía vivir, pero decidí que era mejor irme a la cama.
Cuando me desperté miré la hora en el móvil, eran las dos de la tarde.
Aparte de ver la hora observé que tenía veinte llamadas perdidas de Tyler y una de Tom y seis mensajes, también de Tyler.
Pasé de todo, me puse mi pijama y me volví a meter en la cama.
Cuando me despertó mi hermano era de noche.
- Toma, necesitas comer algo o te vas a poner mala-dijo mientras dejaba un plato con un sándwich y un vaso de agua en la mesilla.
Se sentó en la cama y salté a abrazarle.
- No me merezco vivir.
- ¿Por qué dices eso? ¿Qué ha pasado? -dijo mientras me acariciaba el pelo-
Se lo expliqué mientras retenía mis lágrimas.
- Entiendo. Deberías hablar con él.
Negué con la cabeza, me tumbé y me tapé la cabeza con la manta mientras comenzaba a llorar.
Notaba como Ron se levantaba de la cama y cerraba la puerta al salir de la habitación.
Di unos bocados al sándwich, pero solo por mi hermano, no tenía mucha hambre.
Bebí agua y me volví a dormir. No tenía fuerzas para nada.
Me desperté tosiendo y muerta de frío.
Era temprano, pero después de un día entero durmiendo no tenía más sueño.
Cuando bajé a la cocina mi hermano se levantó corriendo hacia a mí.
- Tienes muy mala cara
- Estoy bien.
- No, no lo estás.
Me tocó la frente.
- Creo que tienes fiebre, sube a la cama, yo te preparo el desayuno.
- Estoy bien- dije otra vez-.
- Sube a tu habitación –me dijo más serio-.
Subí sin protestar y a los diez minutos subió Ron con un zumo de naranja y una tostada.
- Cómetelo, y después te tomas esta pastilla. Tienes muy mala cara. Voy a por el termómetro.
La verdad que me encontraba mal, pero creo que no era para tanto.
Cuando volvió comprobó que tenía 38.5 de fiebre.
- No salgas de la cama, será una gripe normal, pero es mejor prevenir.
- Sí mamá.
- No es de risa, habrás cogido frío la noche que volviste de casa de Tyler, que por cierto llamó ayer pero le dije que no te molestara más después de ver como llegaste el otro día. ¿No te hizo nada verdad?
- No.
- Y también llamó Tom, a él si deberías llamarle.
Se levantó a por el teléfono que estaba encima de mi escritorio.
- Te dejo sola.
- Gracias por todo. Si me traes unos pañuelos te lo agradecería.
Marqué el número de la casa de Tom y a los dos toques lo cogió.
- ¿Diga?
- Hola Tom.
- ¡Joanna! ¿Estás bien?
- Sí, estoy un poco constipada, pero nada.
- ¿No viste mi llamada?
- Sí, pero me iba a ir a dormir y no contesté.
- ¿Quién es? –oí a Danny a través del teléfono-.
- Es Joanna. Nos has pillado ensayando.
- Si quieres te llamo más tarde.
- Oh, no hace falta, con saber que estas bien nos basta. Bueno, te cuelgo.
- Adiós Tom.
- Adiós enana.
Justo cuando colgué me tomé la pastilla y me dormí.
Desperté y cogí un pañuelo para sonarme la nariz.
- Duermes demasiado, creo que deberíamos llamar a un médico, además la fiebre no te baja.
- Estoy bien-dije acabando la frase con un ataque de tos.
- ¿Ves? No estás bien. Ahora mismo llamo a un médico.
Al día siguiente vino el médico.
Justo mientras me estaba mirando llegaron Danny y Tom, que se quedaron fuera con mi hermano.
Cuando acabó les hizo pasar.
- Verán, tiene toda la pinta de ser una neumonía. La mandaré unos sobres y pediré que esté pendiente de que haga reposo, si no mejora en unos días será mejor llevarla a un hospital.
- ¿Pero es grave?
- No, hay casos peores, pero se pondrá bien.
- Gracias doctor, le acompañaré a la puerta.
Me dejó sola con Danny y Tom que me preguntaron como estaba y hablamos un poco de su vida como estrellas de la música.
- ¿Cómo están Dougie y Harry? -pregunté-
- Bien, creo que tienen unas ganas locas de verte los dos, creo que podrían venir a darte mimitos-dijo Danny-.
- Ja-ja. No creo que tengan ganas de verme, y menos Dougie. Por cierto si le podéis decir que venga...
Se miraron los dos y Tom dijo:
- Claro. Se lo diremos cuando lleguemos.
- Gracias.
- Te dejamos descansar.
Bueno familia, aqui otro capítulo de este fic.
Tengo que decir que a mi no me gusta (no me suelen gustas nunca), pero espero que a vosotras si.
Es un capítulo un poco ¿raro? pero bueno, es lo que se me ha ocurrido en ese momento xD
Bueno, que quiero comentarios ya que me gusta mucho leerlos :)
Se despide @McMiriam1D
viernes, 7 de septiembre de 2012
Capítulo 11 - Little Joanna
Capítulo 11. Recuerdos.
Pasaban los días, incluso semanas y no me había vuelto a comunicar con ninguno de los chicos, yo seguía de fiesta en fiesta gracias a que como estaba sola, era lo mejor que podía hacer.
Había conocido a un chico, Tyler.
Llevábamos unas semanas saliendo y hoy como cada noche vendría a buscarme, sí salíamos todas las noches.
Ya me lo decía mi hermano, me había descontrolado mucho.
Cuando me duché, me sequé el pelo, me hice una trenza a un lado y empecé a vestirme.
Me puse mi vestido nuevo. Era un palabra de honor negro que me llegaba a la mitad del muslo.
Me maquillé un poco, me puse un collar para adornar mi cuello y cuando me estaba poniendo los tacones el que suponía que era Tyler, llamó a la puerta.
Me despedí de mi hermano y salí por la puerta mientras me ponía mi abrigo.
La sorpresa fue que no era Tyler sino Danny.
- Hola Danny –dije-.
- Ho… la –dijo mirándome de arriba a abajo.
- ¿Querías algo?
- Eh, sí, íbamos a una fiesta, -vi el coche aparcado enfrente de mi casa- y era por si te querías venir, pero creo que ya tenías planes.
Justo en ese momento llegó Tyler, me puso la mano en la cintura y me acercó a él para besar mis labios. Danny se quedó con la boca abierta.
- Eh… Danny este es Tyler, estamos saliendo.
Se dieron la mano muy serios.
- Habían venido para que me fuera con ellos de fiesta, creo que podríamos ir todos ¿verdad?
- Claro –contestaron los dos a la vez-.
Danny arrancó el coche y nosotros le seguimos en el coche de Tyler.
- ¿Quién es ese Danny?
- Es un amigo, dentro del coche van otros tres. Pero no te pongas celoso que te conozco.
- Tranquila.
Llegamos a la discoteca.
Aparcaron los coches y nos bajamos.
Saludé a Harry, Tom y Dougie, al que veía muy decaído.
Entramos por la puerta para VIPS gracias a Danny.
*POV Dougie*
Cuando la vi salir del coche con ese tío me puse peor de lo que estaba.
Con todo lo que pasó estaba fatal, y ahora todavía más.
Entramos y nos sentamos todos alrededor de una mesa, pedimos nuestras bebidas y se pusieron a hacer tonterías, a mi solo me apetecía beber.
Joanna y el tío el cual no me importaba lo más mínimo se fueron a bailar.
Se les veía desde nuestra mesa y creo que estaban demasiado juntos, ojala estuviéramos ahora nosotros así. Justo quité la vista cuando se empezaron a besar.
Al rato volvieron a la mesa como si nada.
Yo seguí bebiendo.
Harry le pidió a Joanna que bailara con él, y ella aceptó.
Pasaban las horas y la gente iba de mal en peor, entre ellos yo que llevaba unas cuantas copas de más.
*POV Joanna*
Me quedé petrificada cuando Harry me pidió bailar, yo acepté.
Me cogió de la mano y fuimos a la pista de baile.
Empezamos a bailar.
- Bueno y… ¿qué tal todo? Hacía mucho que no nos veíamos.
- Todo bien, ya ves. Ahora estoy con Tyler, pero me alegro mucho de volver a veros. Por cierto ¿qué le pasa a Dougie?
- Sigue esperando a que lo recuerdes.
- Oh.
- ¿Todavía nada?
Negué con la cabeza y seguimos bailando.
Cuando eran alrededor de las cuatro de la mañana volvimos a casa cada uno como pudimos, yo no había bebido mucho.
Después del cumpleaños de Dougie decidí que no me pasaría en mi vida.
Nos despedimos de los chicos y nos fuimos a su casa.
Cuando estaba abriendo la puerta reconocí esa mirada ardiente en los ojos de Tyler.
Abrió la puerta y me empezó a besar mientras la cerraba.
Llegamos a la habitación como pudimos entre beso y beso.
Tenía miedo de lo que podía pasar.
Puse mis piernas alrededor de él mientras mi espalda tocaba la pared.
Le quité la camiseta sin dejar de besarnos.
Nos separamos un momento que aproveché para quitarme los zapatos y él para quitarse los pantalones.
Me quitó el vestido y me empujó sobre la cama.
Estábamos en ropa interior, cosa que ya me daba vergüenza.
Estaba sobre mí cuando de repente dejé de corresponder a sus besos.
- ¿Qué te pasa?
- No puedo.
Me puse el vestido y los zapatos mientras él no dejaba de mirarme.
Salí de su casa corriendo sin despedirme. Mi casa estaba lejos, pero no podía hacer eso.
Hola dinosaurios !!!
Capítulo corto pero intenso.
Sé que mis capítulos son penosos. Los pienso sobre la marcha y así salen.
Bueno, espero que a vosotras si os guste :)
Pasaban los días, incluso semanas y no me había vuelto a comunicar con ninguno de los chicos, yo seguía de fiesta en fiesta gracias a que como estaba sola, era lo mejor que podía hacer.
Había conocido a un chico, Tyler.
Llevábamos unas semanas saliendo y hoy como cada noche vendría a buscarme, sí salíamos todas las noches.
Ya me lo decía mi hermano, me había descontrolado mucho.
Cuando me duché, me sequé el pelo, me hice una trenza a un lado y empecé a vestirme.
Me puse mi vestido nuevo. Era un palabra de honor negro que me llegaba a la mitad del muslo.
Me maquillé un poco, me puse un collar para adornar mi cuello y cuando me estaba poniendo los tacones el que suponía que era Tyler, llamó a la puerta.
Me despedí de mi hermano y salí por la puerta mientras me ponía mi abrigo.
La sorpresa fue que no era Tyler sino Danny.
- Hola Danny –dije-.
- Ho… la –dijo mirándome de arriba a abajo.
- ¿Querías algo?
- Eh, sí, íbamos a una fiesta, -vi el coche aparcado enfrente de mi casa- y era por si te querías venir, pero creo que ya tenías planes.
Justo en ese momento llegó Tyler, me puso la mano en la cintura y me acercó a él para besar mis labios. Danny se quedó con la boca abierta.
- Eh… Danny este es Tyler, estamos saliendo.
Se dieron la mano muy serios.
- Habían venido para que me fuera con ellos de fiesta, creo que podríamos ir todos ¿verdad?
- Claro –contestaron los dos a la vez-.
Danny arrancó el coche y nosotros le seguimos en el coche de Tyler.
- ¿Quién es ese Danny?
- Es un amigo, dentro del coche van otros tres. Pero no te pongas celoso que te conozco.
- Tranquila.
Llegamos a la discoteca.
Aparcaron los coches y nos bajamos.
Saludé a Harry, Tom y Dougie, al que veía muy decaído.
Entramos por la puerta para VIPS gracias a Danny.
*POV Dougie*
Cuando la vi salir del coche con ese tío me puse peor de lo que estaba.
Con todo lo que pasó estaba fatal, y ahora todavía más.
Entramos y nos sentamos todos alrededor de una mesa, pedimos nuestras bebidas y se pusieron a hacer tonterías, a mi solo me apetecía beber.
Joanna y el tío el cual no me importaba lo más mínimo se fueron a bailar.
Se les veía desde nuestra mesa y creo que estaban demasiado juntos, ojala estuviéramos ahora nosotros así. Justo quité la vista cuando se empezaron a besar.
Al rato volvieron a la mesa como si nada.
Yo seguí bebiendo.
Harry le pidió a Joanna que bailara con él, y ella aceptó.
Pasaban las horas y la gente iba de mal en peor, entre ellos yo que llevaba unas cuantas copas de más.
*POV Joanna*
Me quedé petrificada cuando Harry me pidió bailar, yo acepté.
Me cogió de la mano y fuimos a la pista de baile.
Empezamos a bailar.
- Bueno y… ¿qué tal todo? Hacía mucho que no nos veíamos.
- Todo bien, ya ves. Ahora estoy con Tyler, pero me alegro mucho de volver a veros. Por cierto ¿qué le pasa a Dougie?
- Sigue esperando a que lo recuerdes.
- Oh.
- ¿Todavía nada?
Negué con la cabeza y seguimos bailando.
Cuando eran alrededor de las cuatro de la mañana volvimos a casa cada uno como pudimos, yo no había bebido mucho.
Después del cumpleaños de Dougie decidí que no me pasaría en mi vida.
Nos despedimos de los chicos y nos fuimos a su casa.
Cuando estaba abriendo la puerta reconocí esa mirada ardiente en los ojos de Tyler.
Abrió la puerta y me empezó a besar mientras la cerraba.
Llegamos a la habitación como pudimos entre beso y beso.
Tenía miedo de lo que podía pasar.
Puse mis piernas alrededor de él mientras mi espalda tocaba la pared.
Le quité la camiseta sin dejar de besarnos.
Nos separamos un momento que aproveché para quitarme los zapatos y él para quitarse los pantalones.
Me quitó el vestido y me empujó sobre la cama.
Estábamos en ropa interior, cosa que ya me daba vergüenza.
Estaba sobre mí cuando de repente dejé de corresponder a sus besos.
- ¿Qué te pasa?
- No puedo.
Me puse el vestido y los zapatos mientras él no dejaba de mirarme.
Salí de su casa corriendo sin despedirme. Mi casa estaba lejos, pero no podía hacer eso.
Hola dinosaurios !!!
Capítulo corto pero intenso.
Sé que mis capítulos son penosos. Los pienso sobre la marcha y así salen.
Bueno, espero que a vosotras si os guste :)
domingo, 2 de septiembre de 2012
Capítulo 10 - Little Joanna.
Capítulo 10. ¿Después de la tormenta llega la calma?
Separamos nuestros labios, nos miramos y sonreímos a la vez.
Subimos de nuevo al sofá.
Yo me tumbé y al minuto ya estaba dormida.
Al día siguiente me desperté, miré mi reloj, eran las once de la mañana y casi no entraba luz en la habitación. Me levanté sintiendo una punzada en la cabeza. Me encontraba fatal.
Cuando me asomé a la ventana vi que el cielo estaba lleno de nubes y cayendo una tormenta impresionante. No se como no me había despertado con el ruido de los truenos.
De repente me di cuenta que no estaba en mi habitación y que no llevaba puesta la ropa con la que llegué anoche.
Bajé a la planta de abajo, no había nadie y decidí empezar a buscar por la cocina algo para comer, tenía mucha hambre. Cosas de la resaca.
- Buenos días- dijo una voz detrás de mi.
- Hola.
Era Tom.
- Trae, yo te ayudo. Siéntate, no te preocupes.
Me preparó un vaso de leche y sacó unos bollos de chocolate de un armario.
- ¿Qué tal has dormido en la cama de Dougie?
- ¿En la… cama… de Dougie?-pregunté.
- Sí, tranquila, él ha dormido en el sofá. Lo de la camiseta te la cambiamos, pero no miramos nada.
Uff, menos mal. Pensé.
- Ah –contesté-. Tranquilo, no pasa nada.
- ¡¿Qué pasa familia?! –entró gritando Danny-.
- Cállate –dije delicadamente.
- Oh, estamos de resaca, perdón – Abrió un cajón y sacó unas pastillas-. Te vendrán bien.
- Gracias –dije cogiéndola-.
Me la tomé y cuando me iba a levantar vino Dougie hacia mi.
Le veía las intenciones y me aparté en el último momento.
- De que humor nos hemos levantado hoy.
- Estoy perfectamente, solo me duele la cabeza e intento recodar lo que pasó anoche.
Dougie puso cara de pánico.
*POV Dougie*
- ¿No te acuerdas de… nada? -pregunté-
- Mis recuerdos llegan hasta nuestro baile.
Mierda, no se acuerda de que nos besamos.
- ¿Tendría que recordar algo?
- Ehh… no.
Puse mi peor cara y me subí a mi habitación.
*POV Joanna*
- ¿He dicho algo que no debía?
- No, es algo que deberías recordar –dijo Harry entrando a la cocina-.
- ¿Sabéis todos lo que pasó?
- No, creo que solo Harry-dijo Danny-.
- Vale, creo que me tengo que ir.
- Ahora no puedes salir tú sola-dijo Harry-.
- Podéis llevarme en coche.
- De acuerdo, te llevo yo –dijo Harry-.
Me vestí con la ropa de la fiesta. Hoy hacía más frío que cualquier otro día.
Cuando estuve lista nos fuimos, no sin antes despedirme de Tom y Danny. Dougie se había ido a su habitación y solo había visto su mano cuando me dio mi ropa.
(Ya en el coche)
- ¿Tan malo es lo que pasó? -pregunté rompiendo ese silencio que había entre nosotros.
- Creo que con el tiempo lo acabarás recordando.
No contesté. Otra vez ese silencio incómodo.
- ¿Qué tal con Molly?
Mierda, ¿Por qué habría preguntado eso? ¿De verdad me importaba?
Harry me miró con una cara muy rara.
- Bien, me trata muy bien.
Solo fui capaz de contestar un simple Ah.
- Tendríamos que haber hecho algo por mantenernos más comunicados cuando nos empezamos a alejar.
Le miré con los ojos como platos, pero el siguió mirando la carretera.
Ninguno de los dos dijimos nada.
Llegamos a mi casa y nos despedimos con un simple adiós.
Cuando entré en mi casa mi hermano me miró riéndose.
- ¿Qué? ¿Te lo pasaste bien anoche?
Le asesiné con la mirada y me fui a cambiar a mi habitación.
Me puse mi camiseta/vestido que me llegaba casi hasta la rodilla.
Me la regaló mi hermano hace un año más o menos.
Salí de mi habitación y me uní a mi hermano, al sofá y a sus brazos y empecé a llorar.
- Eyy ¿Qué pasa?
- Anoche bebí, creo que demasiado y pasó algo de lo que debería acordarme.
- Seguro que lo solucionas –dijo apretándome entre sus brazos mientras veíamos la tele y de fondo se escuchaba la lluvia-.
Hola hola !!!
Bueno después de tiempo sin subir, porque me fui de vacaciones y me ha costado un siglo pensar en el capítulo, que no me ha salido anda interesante, ya está aquí.
Se que os he hecho sufrir, pero bueno, os dejo que os hagáis vuestras películas con lo que pasará después.
Separamos nuestros labios, nos miramos y sonreímos a la vez.
Subimos de nuevo al sofá.
Yo me tumbé y al minuto ya estaba dormida.
Al día siguiente me desperté, miré mi reloj, eran las once de la mañana y casi no entraba luz en la habitación. Me levanté sintiendo una punzada en la cabeza. Me encontraba fatal.
Cuando me asomé a la ventana vi que el cielo estaba lleno de nubes y cayendo una tormenta impresionante. No se como no me había despertado con el ruido de los truenos.
De repente me di cuenta que no estaba en mi habitación y que no llevaba puesta la ropa con la que llegué anoche.
Bajé a la planta de abajo, no había nadie y decidí empezar a buscar por la cocina algo para comer, tenía mucha hambre. Cosas de la resaca.
- Buenos días- dijo una voz detrás de mi.
- Hola.
Era Tom.
- Trae, yo te ayudo. Siéntate, no te preocupes.
Me preparó un vaso de leche y sacó unos bollos de chocolate de un armario.
- ¿Qué tal has dormido en la cama de Dougie?
- ¿En la… cama… de Dougie?-pregunté.
- Sí, tranquila, él ha dormido en el sofá. Lo de la camiseta te la cambiamos, pero no miramos nada.
Uff, menos mal. Pensé.
- Ah –contesté-. Tranquilo, no pasa nada.
- ¡¿Qué pasa familia?! –entró gritando Danny-.
- Cállate –dije delicadamente.
- Oh, estamos de resaca, perdón – Abrió un cajón y sacó unas pastillas-. Te vendrán bien.
- Gracias –dije cogiéndola-.
Me la tomé y cuando me iba a levantar vino Dougie hacia mi.
Le veía las intenciones y me aparté en el último momento.
- De que humor nos hemos levantado hoy.
- Estoy perfectamente, solo me duele la cabeza e intento recodar lo que pasó anoche.
Dougie puso cara de pánico.
*POV Dougie*
- ¿No te acuerdas de… nada? -pregunté-
- Mis recuerdos llegan hasta nuestro baile.
Mierda, no se acuerda de que nos besamos.
- ¿Tendría que recordar algo?
- Ehh… no.
Puse mi peor cara y me subí a mi habitación.
*POV Joanna*
- ¿He dicho algo que no debía?
- No, es algo que deberías recordar –dijo Harry entrando a la cocina-.
- ¿Sabéis todos lo que pasó?
- No, creo que solo Harry-dijo Danny-.
- Vale, creo que me tengo que ir.
- Ahora no puedes salir tú sola-dijo Harry-.
- Podéis llevarme en coche.
- De acuerdo, te llevo yo –dijo Harry-.
Me vestí con la ropa de la fiesta. Hoy hacía más frío que cualquier otro día.
Cuando estuve lista nos fuimos, no sin antes despedirme de Tom y Danny. Dougie se había ido a su habitación y solo había visto su mano cuando me dio mi ropa.
(Ya en el coche)
- ¿Tan malo es lo que pasó? -pregunté rompiendo ese silencio que había entre nosotros.
- Creo que con el tiempo lo acabarás recordando.
No contesté. Otra vez ese silencio incómodo.
- ¿Qué tal con Molly?
Mierda, ¿Por qué habría preguntado eso? ¿De verdad me importaba?
Harry me miró con una cara muy rara.
- Bien, me trata muy bien.
Solo fui capaz de contestar un simple Ah.
- Tendríamos que haber hecho algo por mantenernos más comunicados cuando nos empezamos a alejar.
Le miré con los ojos como platos, pero el siguió mirando la carretera.
Ninguno de los dos dijimos nada.
Llegamos a mi casa y nos despedimos con un simple adiós.
Cuando entré en mi casa mi hermano me miró riéndose.
- ¿Qué? ¿Te lo pasaste bien anoche?
Le asesiné con la mirada y me fui a cambiar a mi habitación.
Me puse mi camiseta/vestido que me llegaba casi hasta la rodilla.
Me la regaló mi hermano hace un año más o menos.
Salí de mi habitación y me uní a mi hermano, al sofá y a sus brazos y empecé a llorar.
- Eyy ¿Qué pasa?
- Anoche bebí, creo que demasiado y pasó algo de lo que debería acordarme.
- Seguro que lo solucionas –dijo apretándome entre sus brazos mientras veíamos la tele y de fondo se escuchaba la lluvia-.
Hola hola !!!
Bueno después de tiempo sin subir, porque me fui de vacaciones y me ha costado un siglo pensar en el capítulo, que no me ha salido anda interesante, ya está aquí.
Se que os he hecho sufrir, pero bueno, os dejo que os hagáis vuestras películas con lo que pasará después.
martes, 14 de agosto de 2012
Capítulo 9 - Little Joanna
Capítulo 9. De fiesta
Pasaron los días y llegó el sábado del cumpleaños.
Después de comer me duché y me fui a mi habitación a vestirme.
Mientras pensaba que me iba a poner, me alisé el pelo.
Hacía que pareciera mucho más largo de lo que era normalmente.
Al final me decanté por ponerme un pantalón corto blanco, con medias gordas, ya que hacía un poco de frío, una camiseta de manga corta negra con la palabra “White” en blanco, me puse una americana negra encima y mis tacones negros.
No me solía vestir así, solo en ocasiones especiales.
Me pinté la raya del ojo, cogí mi bolso y me quedé sentada en el sofá esperando a que Tom viniese a por mí en coche.
Entró Ron en el salón, iba arreglado, se iba a cenar con unos amigos.
- Pásatelo bien enana, y ten cuidado, si es necesario que te dejen dormir en el sofá.
- Sabes que voy a estar bien – le dije-.
- Por si acaso- me dijo sonriéndome-.
La fiesta era en la casa de ellos, vivían los cuatro juntos, era más fácil para ellos porque se tenían cerca y así trabajaban cuando querían. Iba a ser una fiesta a la que no iba a ir mucha gente, solo amigos y algún conocido.
Escuché el sonido de un claxon, cogí los regalos y salí cerrando la puerta tras de mí. Monté en la parte de delante al lado de Tom.
- Hola –dije-.
- Hola Joanna, estás muy guapa.
- Gracias.
En diez minutos llegamos a la casa.
- Vale, este es el plan –estábamos en el jardín, tan solo iluminado por una linterna que llevaba Tom. Todavía no había visto a los demás, solo se oía a Tom-. Harry y Danny llegaran con Dougie –ya sé donde estaban-, y le traerán aquí, entonces se encenderán las luces y todos gritaremos “felicidades” ¿de acuerdo?
- Sí – dijimos todos los presentes-.
Al cabo de cinco minutos oímos la puerta y se oían sus voces. Se encendieron las luces del jardín y…
- ¡FELICIDADES!
- Ohh, gracias a todos –dijo Dougie-.
- Estás preciosa-dijo una voz detrás de mí-.
Me giré y ahí estaba Harry.
- Gracias –dije agachando la cabeza y poniéndome roja-.
- Te quería presentar a alguien. Estamos saliendo.
Salió una chica de detrás de él, que casualmente conocía.
- Hola, soy Molly. Tú eres la chica de la tienda de música.
Mis ojos iban a estallar.
- Joanna, me perdonáis.
Me fui dentro de la casa dejando a los dos la palabra en la boca.
- Tom, ¿dónde está el baño?
- La segunda puerta a la derecha.
Me metí allí y no salí en un largo rato hasta que oí golpes en la puerta.
Me sequé las lágrimas y dije como pude:
- Está ocupado.
- Ya lo sé, ¿puedo entrar? –reconocí la voz de Dougie-.
Quité el pestillo y abrió la puerta. Me vio sentada en el suelo.
- Ya te lo ha dicho Harry ¿no?
Asentí.
Se sentó a mi lado y me abrazó.
- Vamos fuera, no quiero que estés mal en mi cumpleaños ¿vale? Además tengo ganas de abrir tu regalo.
- Mis- le corregí-, son varios.
- Vamos.
Me ayudó a levantarme y salimos de la mano.
- ¡El enano va a abrir los regalos! – gritó Danny-.
Empezó a abrir los regalos, en su mayoría ropa.
Llegó al de los chicos, era un bajo rojo y blanco.
- Es genial –dijo Dougie y seguidamente les abrazó a los tres.
Solo quedaban mis regalos.
Empezó por el más pequeño. Lo abrió y se le abrieron los ojos como platos.
No dijo nada y vino a abrazarme mientras me decía una y otra vez gracias al oído.
- Queremos saber que es –dijo Tom-.
Él lo enseñó.
- Vaya, el disco de Blink que te faltaba, estarás feliz –le dijo Harry-.
Y Dougie le respondió dando saltitos.
- Te queda otro- dije yo-.
Lo abrió y se quedó peor que con el disco.
Era un lagarto pequeño.
- Siempre he querido tener uno, jo, eres la mejor.
- Y ahora a bailar –gritó Danny, y subió la música lo más alto que podía-.
- Gracias Joanna, en serio.
- No hay de qué.
Estuvimos hablando y bebiendo, mientras él llevaba ya dos vasos yo seguía con el primero y me quedaba la mitad.
No solía beber alcohol, no me gustaba en exceso.
Empezó a sonar una música lenta.
- ¿Bailas conmigo? –me preguntó Dougie-.
- Yo no sé bailar, y los tacones me están matando.
Se agachó y me quitó los tacones.
- Problema de los tacones solucionado.
Me cogió de la mano y nos pusimos a bailar.
Tenía mis manos enroscadas detrás de su cuello y mi cabeza apoyada en su hombro, mientras que sus manos reposaban en mi cintura.
- Gracias por ir antes a sacarme del baño, era capaz de quedarme allí toda la noche.
- Oh, no pasa nada, has hecho tú más por mí haciéndome esos regalos.
Cerré los ojos y cuando los abrí vi a Harry con Molly, me entraron ganas de llorar, pero Dougie también les vio y lo evitó.
Acabó la canción y entramos al salón, allí también había gente, pero menos que en el jardín, así que nos pusimos a beber, yo más de la cuenta y a decir tonterías.
Llegó el momento en el que todo el mundo se fue de la fiesta.
Harry se había ido a acompañar a Molly a su casa y Tom y Danny estaban recogiendo el jardín, Dougie y yo seguíamos en el sofá.
Hice el intento de levantarme pero me caí, seguidamente Dougie vino a ayudarme pero se cayó encima de mí.
- ¿Estás bien?
- Sí –dije riéndome-.
Mi conciencia me decía que estaba muy mal.
- ¿Puedo quedarme a dormir?
- Claro esta casa, es tu casa.
- Gracias- dije-.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro.
Me gustaban sus ojos azules, me sumergí en ellos y pasó lo impensable.
Se acercó a mí y juntó mis labios con los suyos.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que bonito !!
jajaja Bueno, espero que os haya gustado, siento tardar en subir, pero es que no me venía la inspiración, y quería tenerlo antes de irme a la playa, así que hasta finales no tendréis capítulo.
Os he dejado bastante mal.
¿A que no os acordabáis de la chica que fue a comprar puas e.e?
¿Y Harry con novia? Le debe algunas explicaciones a Joanna.
Espero que lo paséis bien en mi ausencia :)
@Mcmiriam1D se despide ^^
Pasaron los días y llegó el sábado del cumpleaños.
Después de comer me duché y me fui a mi habitación a vestirme.
Mientras pensaba que me iba a poner, me alisé el pelo.
Hacía que pareciera mucho más largo de lo que era normalmente.
Al final me decanté por ponerme un pantalón corto blanco, con medias gordas, ya que hacía un poco de frío, una camiseta de manga corta negra con la palabra “White” en blanco, me puse una americana negra encima y mis tacones negros.
No me solía vestir así, solo en ocasiones especiales.
Me pinté la raya del ojo, cogí mi bolso y me quedé sentada en el sofá esperando a que Tom viniese a por mí en coche.
Entró Ron en el salón, iba arreglado, se iba a cenar con unos amigos.
- Pásatelo bien enana, y ten cuidado, si es necesario que te dejen dormir en el sofá.
- Sabes que voy a estar bien – le dije-.
- Por si acaso- me dijo sonriéndome-.
La fiesta era en la casa de ellos, vivían los cuatro juntos, era más fácil para ellos porque se tenían cerca y así trabajaban cuando querían. Iba a ser una fiesta a la que no iba a ir mucha gente, solo amigos y algún conocido.
Escuché el sonido de un claxon, cogí los regalos y salí cerrando la puerta tras de mí. Monté en la parte de delante al lado de Tom.
- Hola –dije-.
- Hola Joanna, estás muy guapa.
- Gracias.
En diez minutos llegamos a la casa.
- Vale, este es el plan –estábamos en el jardín, tan solo iluminado por una linterna que llevaba Tom. Todavía no había visto a los demás, solo se oía a Tom-. Harry y Danny llegaran con Dougie –ya sé donde estaban-, y le traerán aquí, entonces se encenderán las luces y todos gritaremos “felicidades” ¿de acuerdo?
- Sí – dijimos todos los presentes-.
Al cabo de cinco minutos oímos la puerta y se oían sus voces. Se encendieron las luces del jardín y…
- ¡FELICIDADES!
- Ohh, gracias a todos –dijo Dougie-.
- Estás preciosa-dijo una voz detrás de mí-.
Me giré y ahí estaba Harry.
- Gracias –dije agachando la cabeza y poniéndome roja-.
- Te quería presentar a alguien. Estamos saliendo.
Salió una chica de detrás de él, que casualmente conocía.
- Hola, soy Molly. Tú eres la chica de la tienda de música.
Mis ojos iban a estallar.
- Joanna, me perdonáis.
Me fui dentro de la casa dejando a los dos la palabra en la boca.
- Tom, ¿dónde está el baño?
- La segunda puerta a la derecha.
Me metí allí y no salí en un largo rato hasta que oí golpes en la puerta.
Me sequé las lágrimas y dije como pude:
- Está ocupado.
- Ya lo sé, ¿puedo entrar? –reconocí la voz de Dougie-.
Quité el pestillo y abrió la puerta. Me vio sentada en el suelo.
- Ya te lo ha dicho Harry ¿no?
Asentí.
Se sentó a mi lado y me abrazó.
- Vamos fuera, no quiero que estés mal en mi cumpleaños ¿vale? Además tengo ganas de abrir tu regalo.
- Mis- le corregí-, son varios.
- Vamos.
Me ayudó a levantarme y salimos de la mano.
- ¡El enano va a abrir los regalos! – gritó Danny-.
Empezó a abrir los regalos, en su mayoría ropa.
Llegó al de los chicos, era un bajo rojo y blanco.
- Es genial –dijo Dougie y seguidamente les abrazó a los tres.
Solo quedaban mis regalos.
Empezó por el más pequeño. Lo abrió y se le abrieron los ojos como platos.
No dijo nada y vino a abrazarme mientras me decía una y otra vez gracias al oído.
- Queremos saber que es –dijo Tom-.
Él lo enseñó.
- Vaya, el disco de Blink que te faltaba, estarás feliz –le dijo Harry-.
Y Dougie le respondió dando saltitos.
- Te queda otro- dije yo-.
Lo abrió y se quedó peor que con el disco.
Era un lagarto pequeño.
- Siempre he querido tener uno, jo, eres la mejor.
- Y ahora a bailar –gritó Danny, y subió la música lo más alto que podía-.
- Gracias Joanna, en serio.
- No hay de qué.
Estuvimos hablando y bebiendo, mientras él llevaba ya dos vasos yo seguía con el primero y me quedaba la mitad.
No solía beber alcohol, no me gustaba en exceso.
Empezó a sonar una música lenta.
- ¿Bailas conmigo? –me preguntó Dougie-.
- Yo no sé bailar, y los tacones me están matando.
Se agachó y me quitó los tacones.
- Problema de los tacones solucionado.
Me cogió de la mano y nos pusimos a bailar.
Tenía mis manos enroscadas detrás de su cuello y mi cabeza apoyada en su hombro, mientras que sus manos reposaban en mi cintura.
- Gracias por ir antes a sacarme del baño, era capaz de quedarme allí toda la noche.
- Oh, no pasa nada, has hecho tú más por mí haciéndome esos regalos.
Cerré los ojos y cuando los abrí vi a Harry con Molly, me entraron ganas de llorar, pero Dougie también les vio y lo evitó.
Acabó la canción y entramos al salón, allí también había gente, pero menos que en el jardín, así que nos pusimos a beber, yo más de la cuenta y a decir tonterías.
Llegó el momento en el que todo el mundo se fue de la fiesta.
Harry se había ido a acompañar a Molly a su casa y Tom y Danny estaban recogiendo el jardín, Dougie y yo seguíamos en el sofá.
Hice el intento de levantarme pero me caí, seguidamente Dougie vino a ayudarme pero se cayó encima de mí.
- ¿Estás bien?
- Sí –dije riéndome-.
Mi conciencia me decía que estaba muy mal.
- ¿Puedo quedarme a dormir?
- Claro esta casa, es tu casa.
- Gracias- dije-.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro.
Me gustaban sus ojos azules, me sumergí en ellos y pasó lo impensable.
Se acercó a mí y juntó mis labios con los suyos.
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que bonito !!
jajaja Bueno, espero que os haya gustado, siento tardar en subir, pero es que no me venía la inspiración, y quería tenerlo antes de irme a la playa, así que hasta finales no tendréis capítulo.
Os he dejado bastante mal.
¿A que no os acordabáis de la chica que fue a comprar puas e.e?
¿Y Harry con novia? Le debe algunas explicaciones a Joanna.
Espero que lo paséis bien en mi ausencia :)
@Mcmiriam1D se despide ^^
viernes, 10 de agosto de 2012
Capítulo 8 - Little Joanna
Capítulo 8. De compras
A la mañana siguiente como cada día me levanté temprano para ir al instituto y como siempre fue un día aburrido.
Cuando acabaron las clases me fui a comer y seguidamente a la tienda.
Tenía pensado dejar la tienda y de dar clases, me ocupaba mucho tiempo y no me dejaba demasiado tiempo para estudiar.
Hoy no había mucho jaleo en a tienda por lo tanto me puse a escribir en mi cuaderno.
Si, tengo un cuaderno en el que escribo frases y luego las monto y creo canciones.
Algunas no quedaban muy bien, pero otras ya les había puesto hasta la música.
Estaba concentrada cuando entró una chica. Me sorprendió su pelo, negro como el carbón y sus ojos verdes que resaltaban mucho.
- Hola –dije yo-.
- Hola. Necesitaba unas púas.
Saqué las púas de debajo del mostrador.
Las pagó y se fue.
Ahora que lo pensaba, tendría que comprarle algo a Dougie por su cumpleaños, solo un pequeño detalle, así que llamé a Harry, pero no me lo cogió.
Probé con Tom, pero tampoco.
¿Dónde estaban todos?
Probé con Danny y ya cuando iba a colgar contestó.
- Hola Joanna.
- Hola Danny. ¿Se puede saber dónde os habéis metido que nadie me coge el teléfono?
- Pues estábamos escribiendo canciones para el disco.
- Bueno, no importa, espero que os esté quedando bien.
- Eso esperamos nosotros también.
- Bueno, te he llamado para que me digas que cosas le gustan a Dougie para comprarle algo por su cumpleaños.
- Estamos acabando, si quieres quedamos y te acompaño –me dijo-.
- Claro. ¿A las siete vienes a por mí a la tienda?
- Okey.
Nos despedimos y colgamos a la vez.
Fui a ver a mi jefe y decirle que hoy necesitaba irme antes.
Su respuesta fue un no, pero gracias a mis dotes de persuasión le convencí.
Además le avancé que iba a dejar mi puesto vacante.
Eran las siete en punto cuando alguien entró por la puerta.
Era Danny. Iba con una camiseta blanca y una cazadora de cuero.
- Vaya, creía que la puntualidad no era lo tuyo.
- Creías mal.
- Bueno, vamos.
Cogí mi bolso y mi chaqueta y cuando le dije a mi jefe que me iba nos pusimos en marcha en busca del regalo de Dougie.
- Vale, ¿Qué le puedo regalar?
- Pues no sé… Déjame pensar.
- ¿Qué música le gusta? O también... ¿algún animal?
- Le gusta mucho Blink-182 y los lagartos.
- Blink… ¿le falta algún disco o algo?
- El primero, “Cheshire Cat”, es imposible encontrarlo.
- Lo conseguiré.
- ¿Siempre cumples lo que te propones?
- Sí, y siempre cumplo mis promesas.
Visitamos varias tiendas y no encontramos el disco, Danny le cogió una camiseta de cuadros en azul y unas vans rojas, que decía que era el color que le faltaba.
Cuando ya se hizo de noche nos despedimos, yo sin nada entre las manos.
Al día siguiente seguí buscando hasta que llegué a un rastro.
Vendían de todo, compré algunas cosas para mí, alguna camiseta y tonterías varias, hasta que llegué a un puesto con camisetas de grupos y discos.
Ahí estaba el regalo perfecto para Dougie.
Le cogí una cosa que no se yo si le iba a gustar más y volví a casa.
Hola,hola !!!
Espero que os guste este capítulo. Es más corto, pero es importante para la trayectoria de todo.
¿Esperabais que fuera con Harry e.e? Pues no, es según me pille en ese momento muahahaha.
Pues espero que os guste y que me comentéis, por twitter también podéis (@McMiriam1D).
También quería daros las gracias a todas las que me leéis que me hacéis muy happy.
Besos lagartas !!
A la mañana siguiente como cada día me levanté temprano para ir al instituto y como siempre fue un día aburrido.
Cuando acabaron las clases me fui a comer y seguidamente a la tienda.
Tenía pensado dejar la tienda y de dar clases, me ocupaba mucho tiempo y no me dejaba demasiado tiempo para estudiar.
Hoy no había mucho jaleo en a tienda por lo tanto me puse a escribir en mi cuaderno.
Si, tengo un cuaderno en el que escribo frases y luego las monto y creo canciones.
Algunas no quedaban muy bien, pero otras ya les había puesto hasta la música.
Estaba concentrada cuando entró una chica. Me sorprendió su pelo, negro como el carbón y sus ojos verdes que resaltaban mucho.
- Hola –dije yo-.
- Hola. Necesitaba unas púas.
Saqué las púas de debajo del mostrador.
Las pagó y se fue.
Ahora que lo pensaba, tendría que comprarle algo a Dougie por su cumpleaños, solo un pequeño detalle, así que llamé a Harry, pero no me lo cogió.
Probé con Tom, pero tampoco.
¿Dónde estaban todos?
Probé con Danny y ya cuando iba a colgar contestó.
- Hola Joanna.
- Hola Danny. ¿Se puede saber dónde os habéis metido que nadie me coge el teléfono?
- Pues estábamos escribiendo canciones para el disco.
- Bueno, no importa, espero que os esté quedando bien.
- Eso esperamos nosotros también.
- Bueno, te he llamado para que me digas que cosas le gustan a Dougie para comprarle algo por su cumpleaños.
- Estamos acabando, si quieres quedamos y te acompaño –me dijo-.
- Claro. ¿A las siete vienes a por mí a la tienda?
- Okey.
Nos despedimos y colgamos a la vez.
Fui a ver a mi jefe y decirle que hoy necesitaba irme antes.
Su respuesta fue un no, pero gracias a mis dotes de persuasión le convencí.
Además le avancé que iba a dejar mi puesto vacante.
Eran las siete en punto cuando alguien entró por la puerta.
Era Danny. Iba con una camiseta blanca y una cazadora de cuero.
- Vaya, creía que la puntualidad no era lo tuyo.
- Creías mal.
- Bueno, vamos.
Cogí mi bolso y mi chaqueta y cuando le dije a mi jefe que me iba nos pusimos en marcha en busca del regalo de Dougie.
- Vale, ¿Qué le puedo regalar?
- Pues no sé… Déjame pensar.
- ¿Qué música le gusta? O también... ¿algún animal?
- Le gusta mucho Blink-182 y los lagartos.
- Blink… ¿le falta algún disco o algo?
- El primero, “Cheshire Cat”, es imposible encontrarlo.
- Lo conseguiré.
- ¿Siempre cumples lo que te propones?
- Sí, y siempre cumplo mis promesas.
Visitamos varias tiendas y no encontramos el disco, Danny le cogió una camiseta de cuadros en azul y unas vans rojas, que decía que era el color que le faltaba.
Cuando ya se hizo de noche nos despedimos, yo sin nada entre las manos.
Al día siguiente seguí buscando hasta que llegué a un rastro.
Vendían de todo, compré algunas cosas para mí, alguna camiseta y tonterías varias, hasta que llegué a un puesto con camisetas de grupos y discos.
Ahí estaba el regalo perfecto para Dougie.
Le cogí una cosa que no se yo si le iba a gustar más y volví a casa.
Hola,hola !!!
Espero que os guste este capítulo. Es más corto, pero es importante para la trayectoria de todo.
¿Esperabais que fuera con Harry e.e? Pues no, es según me pille en ese momento muahahaha.
Pues espero que os guste y que me comentéis, por twitter también podéis (@McMiriam1D).
También quería daros las gracias a todas las que me leéis que me hacéis muy happy.
Besos lagartas !!
miércoles, 8 de agosto de 2012
Capítulo 7- Little Joanna
Capítulo 7. Invitación
- Bueno, te seguimos a ti –dijo Tom-.
Y nos dirigimos a mi casa mientras íbamos hablando.
- Osea que estás aquí con tu hermano ¿no? –me preguntó Harry-.
- Sí, nos hemos venido los dos. En España no todo iba como queríamos.
- ¿Te ha dejado el novio?-preguntó Danny-.
- ¡DANNY! –gritaron los tres a la vez.
- No tranquilo, no tengo novio. Son otras cosas…
Puse mala cara y Harry, Dougie y Tom miraron a Danny.
- Lo siento – dijo con cara de culpabilidad.
- No pasa nada, si quieres te lo cuento.
- Si no quier…-pero le corté-
- La gente me margina, me intentan pegar, mi mejor amiga me abandona… Una vida que nadie querría tener. Así que nos hemos venido aquí mi hermano y yo y mis padres vendrán dentro de poco a vivir también. Además tengo más oportunidades de hacer lo que quiero aquí.
- Lo siento – se disculpó Danny-.
- No pasa nada, lo tengo asumido. Pero aquí estoy mejor. Tengo trabajo y estoy empezando a meterme en el mundo de la música.
- ¿Antes no has dicho que estudiabas? –preguntó Dougie-.
- Sí, pero con algo tendré que pagar donde vivo ¿no?
Les expliqué donde trabajaba, Harry recordaba perfectamente esa tienda, y además de eso, pues les conté algo de mi vida a ellos y ellos a mi de la suya. Empezó a sonar mi móvil.
- Perdón.
Me alejé un poco para hablar, y cuando acabé volví con los chicos.
- Era mi hermano, que si me faltaba mucho para llegar.
- ¿Y queda mucho? Estoy cansado-dijo Danny-.
- Es en la siguiente calle.
Andamos un poco más y llegamos a mi casa.
Se veía una pequeña luz salir por la venta del salón.
- Es aquí.
Era un barrio muy acogedor. Nos detuvimos en las escaleras que había que subir para entrar a la casa.
- Bueno chicos, encantada de conoceros.
- Adiós –dijeron ellos, todos menos Harry-.
Les miró y me miró a mi.
- Eh… Quería decirte algo-dice Harry-.
*Flashback/POV Harry *
- Oye, sabes que se acerca mi cumpleaños, y eso significa fiesta, si quieres invitarla, adelante - me dijo Dougie-.
- No sé… Han pasado muchas cosas y no se si debería-dije yo-.
- Pues si no lo haces tú, lo hago yo –dijo el enano-.
- De acuerdo.
- Ves, así conoce gente nueva, y no creo que esté pegada a ti toda la noche ¿no? –preguntó Danny-
- Joder si tanto deseáis estar con ella…
- Se lo pedimos nosotros –dijeron Dougie y Danny a la vez-.
- Harry, lo estas deseando-dijo Tom-. Ahora cuando vuelva se lo dices-.
- Vale.
*Fin Flashback/Fin POV Harry*
Le miro con cara de curiosidad.
- Me tengo que ir Harry- no quería hacer esperar más a mi hermano y yo tenía que madrugar al día siguiente-.
- La semana que viene es el cumpleaños de Dougie y te quería pedir que vinieses con nosotros a la fiesta.
- Vale, iré con vosotros. Hablamos ¿vale? -le dije sonriendo-
- Claro, adiós. Subí las escaleras y entré en la casa.
En cuanto abría la puerta Ron me miró con cara de odio, pero al ver mi cara de enamorada se le quitó.
- ¿Y esa cara que traes?
- Me he encontrado a Harry y su banda que resulta que era McFly.
- ¡No jodas!
- No lo hago. Bueno, yo me voy a dormir.
- Eso, no me cuentes nada.
- Vaalee.
Me senté en el sofá a su lado y le conté todo lo que habíamos hablado y su invitación a la fiesta del cumpleaños de Dougie.
En cuanto acabé de contarle todo nos fuimos cada uno a su cama.
Me costó dormirme había sido un día lleno de cosas que jamás olvidar, y pensando en nuestro reencuentro caí dormida entre las sábanas.
Hola seres de este mundo !!
Espero que os haya gustado el capítulo, porque a mí escribiéndolo no me satisfacía mucho.
Bueno, que me alegro un montón de que cada vez más gente me lea y cada vez más comentarios sean los que llegan a mis capítulos.
Os quiero people !!!!
- Bueno, te seguimos a ti –dijo Tom-.
Y nos dirigimos a mi casa mientras íbamos hablando.
- Osea que estás aquí con tu hermano ¿no? –me preguntó Harry-.
- Sí, nos hemos venido los dos. En España no todo iba como queríamos.
- ¿Te ha dejado el novio?-preguntó Danny-.
- ¡DANNY! –gritaron los tres a la vez.
- No tranquilo, no tengo novio. Son otras cosas…
Puse mala cara y Harry, Dougie y Tom miraron a Danny.
- Lo siento – dijo con cara de culpabilidad.
- No pasa nada, si quieres te lo cuento.
- Si no quier…-pero le corté-
- La gente me margina, me intentan pegar, mi mejor amiga me abandona… Una vida que nadie querría tener. Así que nos hemos venido aquí mi hermano y yo y mis padres vendrán dentro de poco a vivir también. Además tengo más oportunidades de hacer lo que quiero aquí.
- Lo siento – se disculpó Danny-.
- No pasa nada, lo tengo asumido. Pero aquí estoy mejor. Tengo trabajo y estoy empezando a meterme en el mundo de la música.
- ¿Antes no has dicho que estudiabas? –preguntó Dougie-.
- Sí, pero con algo tendré que pagar donde vivo ¿no?
Les expliqué donde trabajaba, Harry recordaba perfectamente esa tienda, y además de eso, pues les conté algo de mi vida a ellos y ellos a mi de la suya. Empezó a sonar mi móvil.
- Perdón.
Me alejé un poco para hablar, y cuando acabé volví con los chicos.
- Era mi hermano, que si me faltaba mucho para llegar.
- ¿Y queda mucho? Estoy cansado-dijo Danny-.
- Es en la siguiente calle.
Andamos un poco más y llegamos a mi casa.
Se veía una pequeña luz salir por la venta del salón.
- Es aquí.
Era un barrio muy acogedor. Nos detuvimos en las escaleras que había que subir para entrar a la casa.
- Bueno chicos, encantada de conoceros.
- Adiós –dijeron ellos, todos menos Harry-.
Les miró y me miró a mi.
- Eh… Quería decirte algo-dice Harry-.
*Flashback/POV Harry *
- Oye, sabes que se acerca mi cumpleaños, y eso significa fiesta, si quieres invitarla, adelante - me dijo Dougie-.
- No sé… Han pasado muchas cosas y no se si debería-dije yo-.
- Pues si no lo haces tú, lo hago yo –dijo el enano-.
- De acuerdo.
- Ves, así conoce gente nueva, y no creo que esté pegada a ti toda la noche ¿no? –preguntó Danny-
- Joder si tanto deseáis estar con ella…
- Se lo pedimos nosotros –dijeron Dougie y Danny a la vez-.
- Harry, lo estas deseando-dijo Tom-. Ahora cuando vuelva se lo dices-.
- Vale.
*Fin Flashback/Fin POV Harry*
Le miro con cara de curiosidad.
- Me tengo que ir Harry- no quería hacer esperar más a mi hermano y yo tenía que madrugar al día siguiente-.
- La semana que viene es el cumpleaños de Dougie y te quería pedir que vinieses con nosotros a la fiesta.
- Vale, iré con vosotros. Hablamos ¿vale? -le dije sonriendo-
- Claro, adiós. Subí las escaleras y entré en la casa.
En cuanto abría la puerta Ron me miró con cara de odio, pero al ver mi cara de enamorada se le quitó.
- ¿Y esa cara que traes?
- Me he encontrado a Harry y su banda que resulta que era McFly.
- ¡No jodas!
- No lo hago. Bueno, yo me voy a dormir.
- Eso, no me cuentes nada.
- Vaalee.
Me senté en el sofá a su lado y le conté todo lo que habíamos hablado y su invitación a la fiesta del cumpleaños de Dougie.
En cuanto acabé de contarle todo nos fuimos cada uno a su cama.
Me costó dormirme había sido un día lleno de cosas que jamás olvidar, y pensando en nuestro reencuentro caí dormida entre las sábanas.
Hola seres de este mundo !!
Espero que os haya gustado el capítulo, porque a mí escribiéndolo no me satisfacía mucho.
Bueno, que me alegro un montón de que cada vez más gente me lea y cada vez más comentarios sean los que llegan a mis capítulos.
Os quiero people !!!!
martes, 7 de agosto de 2012
Capítulo 6 - Little Joanna
Capítulo 6. El reencuentro.
*POV Tom*
- Oye chicos, se está acercando una chica a nosotros muy decidida –dije yo-.
- Nos habrá reconocido y querrá una foto o un autógrafo –dijo el chico pecoso que estaba a mi lado-.
- Es posible, ahora lo veremos.
*POV Joanna*
Llegué a la mesa donde estaban, me paré.
No me salían las palabras, era él, aunque parece que no se acordaba mucho de mí.
Me miraban los cuatro con cara rara, esperando a que dijera algo.
Por fin me salieron las palabras de la boca.
- ¿Ha… Harry? –dije con dificultad-.
- Ese soy yo. ¿Y tú eres…?
No, no se acordaba de mí. Hacía meses que no hablábamos, estaba liado con la banda, que suponía que eran con los que estaba en este momento.
Me entraron ganas de llorar.
¿Para que tantas promesas si ahora no se acordaba de mí?
Me quité el gorro y puso la típica cara que pone alguien cuando sabe quien eres pero no te recuerda.
- Joanna, la chica a la que hace un año conociste y no te acuerdas de ella –dije con los ojos llorosos-.
De repente se levantó y me estrechó entre sus brazos.
- Como has cambiado – me dijo mientras me separaba de él-.
- ¿Tanto como para no acordarte de mí? –dije haciendo el intento de sonreír-.
- Bueno, ahora tienes medio pelo rojo y… Vale, lo siento.
- Tranquilo.
- Tú también has cambiado. ¿Has ido al gimnasio?
- Hola, estamos aquí- dijo un chico rubio con una gorra-.
- Ah, sí. Creo que te imaginabas que era mi banda ¿no?
- Algo así.
- Estos son Dougie – dijo señalando al de la gorra-, Danny – señaló a un chico con muchas pecas-, y Tom, el creador de la banda – dijo señalando al chico que faltaba-.
- Encanta…
Me quedé parada, ¿de que me sonaban esos nombres?
Se me quedaron los cuatro mirando.
- Un momento... ¿vosotros sois McFly y sois uno de los grupos que más escucho?
- Creo que por la cara que has puesto, sí –dijo Tom-.
Miré a Harry.
- Gracias por decírmelo, majo. Todas las veces que te habré hablado de vuestras canciones y no has sido capaz de decirme que erais vosotros.
- Se me pasó. Bueno, ¿te quedas con nosotros un rato?
Miré el reloj, debería de haber llegado a casa y Ron estaría preocupado.
- No sé, tendría que haber llegado ya a casa del trabajo…
- Venga, todos te queremos conocer, Harry no paraba de hablar de ti- dijo Danny-.
Harry le mató con la mirada.
- Gracias Danny, pero tiene razón. Aunque si estas cansada del trabajo.
- No, llamaré a mi hermano.
Me alejé un poco y le llamé para decirle que iba a llegar más tarde a casa.
*POV Dougie*
- Joder Harry, no nos habías dicho que estaba tan buena –dije yo-.
- Cierto, no se como dejaste que cogiera ese avión- dijo Danny-.
- ¿Podéis dejar de recordármelo? Sé que soy un idiota – vi a donde se dirigían sus miradas-, y dejar de mirarla el culo.
- Bueno chicos, dejar de mirarla. Ahora necesita espacio, no esperaba encontrarse con ninguno de nosotros y menos con Harry.
Habló el sabio del grupo.
- Gracias Tom –dijo Harry cuando ella volvía-.
*POV Joanna*
- Solo me quedaré un rato, mañana tengo clases.
- ¿Clases? ¿De qué? – me preguntó Danny-
- Clases, instituto.
- ¿Vas al instituto? –volvió a preguntar-
- Si… ¡Oh, ya entiendo! Pensabas que era más mayor y te estabas imaginando cosas, siento decepcionarte. - ¿Decepcionado yo? Para nada-dijo sonriendo-.
- Bueno, haya paz –dijo Tom-, ¿qué estudias?
- Artes, quiero dedicarme a la música.
- En eso no te faltará enchufe- dijo Harry-.
Seguimos hablando un rato.
Empezaron a hablar de cuando fuera cantante, si llegaba a serlo y se estaban imaginando a una Joanna sexy subida en los escenarios cantando, daban miedo cuando decían esas cosas, pero me caían bien estos chicos, eran tan fantasiosos como yo.
- Chicos, la futura cantante sexy se tiene que ir.
- Nosotros también, te acompañaremos –dijo Harry-.
Nos levantamos de la mesa y salimos del Starbucks.
Hola pequeños dinosaurios (?)
Pues aquí otra entrega de Little Joanna, el momento que todos estábamos esperando.
Espero que os guste y que cada vez me lea más gente y llegue a tener mil comentarios (?)
Aunque con que haya uno soy feliz :)
Espero subir pronto el siguiente. No lo he dejado muy mal, pero pronto sucederán cosas...
MUAHAHAHAHAHA
*POV Tom*
- Oye chicos, se está acercando una chica a nosotros muy decidida –dije yo-.
- Nos habrá reconocido y querrá una foto o un autógrafo –dijo el chico pecoso que estaba a mi lado-.
- Es posible, ahora lo veremos.
*POV Joanna*
Llegué a la mesa donde estaban, me paré.
No me salían las palabras, era él, aunque parece que no se acordaba mucho de mí.
Me miraban los cuatro con cara rara, esperando a que dijera algo.
Por fin me salieron las palabras de la boca.
- ¿Ha… Harry? –dije con dificultad-.
- Ese soy yo. ¿Y tú eres…?
No, no se acordaba de mí. Hacía meses que no hablábamos, estaba liado con la banda, que suponía que eran con los que estaba en este momento.
Me entraron ganas de llorar.
¿Para que tantas promesas si ahora no se acordaba de mí?
Me quité el gorro y puso la típica cara que pone alguien cuando sabe quien eres pero no te recuerda.
- Joanna, la chica a la que hace un año conociste y no te acuerdas de ella –dije con los ojos llorosos-.
De repente se levantó y me estrechó entre sus brazos.
- Como has cambiado – me dijo mientras me separaba de él-.
- ¿Tanto como para no acordarte de mí? –dije haciendo el intento de sonreír-.
- Bueno, ahora tienes medio pelo rojo y… Vale, lo siento.
- Tranquilo.
- Tú también has cambiado. ¿Has ido al gimnasio?
- Hola, estamos aquí- dijo un chico rubio con una gorra-.
- Ah, sí. Creo que te imaginabas que era mi banda ¿no?
- Algo así.
- Estos son Dougie – dijo señalando al de la gorra-, Danny – señaló a un chico con muchas pecas-, y Tom, el creador de la banda – dijo señalando al chico que faltaba-.
- Encanta…
Me quedé parada, ¿de que me sonaban esos nombres?
Se me quedaron los cuatro mirando.
- Un momento... ¿vosotros sois McFly y sois uno de los grupos que más escucho?
- Creo que por la cara que has puesto, sí –dijo Tom-.
Miré a Harry.
- Gracias por decírmelo, majo. Todas las veces que te habré hablado de vuestras canciones y no has sido capaz de decirme que erais vosotros.
- Se me pasó. Bueno, ¿te quedas con nosotros un rato?
Miré el reloj, debería de haber llegado a casa y Ron estaría preocupado.
- No sé, tendría que haber llegado ya a casa del trabajo…
- Venga, todos te queremos conocer, Harry no paraba de hablar de ti- dijo Danny-.
Harry le mató con la mirada.
- Gracias Danny, pero tiene razón. Aunque si estas cansada del trabajo.
- No, llamaré a mi hermano.
Me alejé un poco y le llamé para decirle que iba a llegar más tarde a casa.
*POV Dougie*
- Joder Harry, no nos habías dicho que estaba tan buena –dije yo-.
- Cierto, no se como dejaste que cogiera ese avión- dijo Danny-.
- ¿Podéis dejar de recordármelo? Sé que soy un idiota – vi a donde se dirigían sus miradas-, y dejar de mirarla el culo.
- Bueno chicos, dejar de mirarla. Ahora necesita espacio, no esperaba encontrarse con ninguno de nosotros y menos con Harry.
Habló el sabio del grupo.
- Gracias Tom –dijo Harry cuando ella volvía-.
*POV Joanna*
- Solo me quedaré un rato, mañana tengo clases.
- ¿Clases? ¿De qué? – me preguntó Danny-
- Clases, instituto.
- ¿Vas al instituto? –volvió a preguntar-
- Si… ¡Oh, ya entiendo! Pensabas que era más mayor y te estabas imaginando cosas, siento decepcionarte. - ¿Decepcionado yo? Para nada-dijo sonriendo-.
- Bueno, haya paz –dijo Tom-, ¿qué estudias?
- Artes, quiero dedicarme a la música.
- En eso no te faltará enchufe- dijo Harry-.
Seguimos hablando un rato.
Empezaron a hablar de cuando fuera cantante, si llegaba a serlo y se estaban imaginando a una Joanna sexy subida en los escenarios cantando, daban miedo cuando decían esas cosas, pero me caían bien estos chicos, eran tan fantasiosos como yo.
- Chicos, la futura cantante sexy se tiene que ir.
- Nosotros también, te acompañaremos –dijo Harry-.
Nos levantamos de la mesa y salimos del Starbucks.
Hola pequeños dinosaurios (?)
Pues aquí otra entrega de Little Joanna, el momento que todos estábamos esperando.
Espero que os guste y que cada vez me lea más gente y llegue a tener mil comentarios (?)
Aunque con que haya uno soy feliz :)
Espero subir pronto el siguiente. No lo he dejado muy mal, pero pronto sucederán cosas...
MUAHAHAHAHAHA
viernes, 3 de agosto de 2012
Capítulo 5 - Little Joanna
Capítulo 5. De vuelta.
Pasaron unas semanas entre que hablamos con el casero que nos iba a alquilar la casa y recogíamos nuestras cosas.
Teníamos que dejar nuestras habitaciones vacías, ya que cuando se fuesen nuestros padres la iban a alquilar. Ya tenía todos mis libros y cosas en una caja. Mi colección de discos a buen recauda, bien forrados para que los brutos del avión no se los cargaran al tirar las cajas al avión.
Mis instrumentos iban a ir seguros, mi piano eléctrico lo iban a llevar en un sitio “especial” y mi guitarra iba a ir conmigo.
Miré a mi habitación, estaba vacía. Solo quedaba la ropa en el armario que iba a desaparecer en cuestión de minutos.
Sí, al día siguiente nos íbamos y yo sin la maleta preparada.
Me tomé mi tiempo para guardar la ropa en la maleta mientras escuchaba música. Sonaba “Five colours in her hair”. El grupo que la cantaba se llamaba McFly, me gustaban bastante, todavía no eran muy famosos. Dejé algo de ropa fuera para el viaje, y en cuanto acabé bajé a cenar por última vez en esta casa.
Mi madre había hecho unas pizzas caseras.
- ¿Estáis nerviosos?
- Yo sí, nunca he estado allí, me tendrá que enseñar sitios Joanna- dijo mi hermano-.
- Como no, te llevaré a los mejores sitios.
Acabamos de cenar y estuvimos un rato en el salón.
Eran las once de la noche y nuestro avión salía a las 10.04 así que tendríamos que madrugar.
- Bueno chicos, a dormir – dijo nuestro padre-.
Eso hicimos. En cuanto me tumbé en la cama me dormí.
Estaba soñando con que era una estrella de la música cuando sonó el despertador.
Las seis de la mañana.
Me levanté y me vestí.
Oí ruidos abajo, parece que era la última en levantarme, así que bajé.
- Vamos dormilona, despídete de tu casa que nos vamos. Las maletas ya están en el coche.
- Un segundo.
Subí a mi habitación y guardé algunas cosas que me quedaban en un bolso, me puse mis vans y me cargué la guitarra en su funda en la espalda.
Miré mi pared, solo quedaba una foto pegada. En ella salíamos Harry y yo sentados en el césped.
La cogí, la guardé en un bolsillo de la mochila y bajé.
- ¡Lista!
- Pues ya estamos todos, en marcha.
Llegamos a Barajas, nos despedimos de nuestros padres y entramos en la zona en la que solo los pasajeros podían entrar.
Llegó la hora de embarcar y en menos que cantaba un gallo estábamos en Londres.
Esperamos a que salieran nuestras maletas y cargados hasta las orejas cogimos un taxi para llegar a nuestra nueva casa.
Era un piso no muy grande.
Tenía dos habitaciones, la cocina, el salón, bastante grande, y el baño.
Dejamos las cosas en nuestras habitaciones y salimos a comprar algo de comida.
Pasaron los meses y llegó el frío, estábamos en noviembre.
Ya estábamos instalados del todo, yo seguí con mi último curso en el instituto y mi hermano en la universidad yo había empezado a trabajar en la tienda de música donde conocí a Harry de dependienta por las tardes, y los fines de semana por las mañanas daba clases de guitarra y de piano. Algo había que hacer para ganar dinero.
Salía de la tienda mientras me ponía mi gorro negro de lana y una bufanda, hacía mucho frío y decidí parar en un Starbucks.
Entré y cuando llegó mi turno pedí un chocolate caliente.
- Joanna- dijo el dependiente tendiéndome mi chocolate-.
Cogí mi chocolate e iba a salir cuando me llamaron la atención cuatro chicos sentados en una mesa, bueno no los cuatro, más bien solo uno.
Hola amigos !!!!! ¿Qué os ha parecido?
Es corto, lo sé, pero ¿ha que os he dejado con la intriga e.e?
Lo sé, soy malvada muhahaha, os haré sufrir.
Bueno, que quiero comentarios y todas esas cositas !!!
Pasaron unas semanas entre que hablamos con el casero que nos iba a alquilar la casa y recogíamos nuestras cosas.
Teníamos que dejar nuestras habitaciones vacías, ya que cuando se fuesen nuestros padres la iban a alquilar. Ya tenía todos mis libros y cosas en una caja. Mi colección de discos a buen recauda, bien forrados para que los brutos del avión no se los cargaran al tirar las cajas al avión.
Mis instrumentos iban a ir seguros, mi piano eléctrico lo iban a llevar en un sitio “especial” y mi guitarra iba a ir conmigo.
Miré a mi habitación, estaba vacía. Solo quedaba la ropa en el armario que iba a desaparecer en cuestión de minutos.
Sí, al día siguiente nos íbamos y yo sin la maleta preparada.
Me tomé mi tiempo para guardar la ropa en la maleta mientras escuchaba música. Sonaba “Five colours in her hair”. El grupo que la cantaba se llamaba McFly, me gustaban bastante, todavía no eran muy famosos. Dejé algo de ropa fuera para el viaje, y en cuanto acabé bajé a cenar por última vez en esta casa.
Mi madre había hecho unas pizzas caseras.
- ¿Estáis nerviosos?
- Yo sí, nunca he estado allí, me tendrá que enseñar sitios Joanna- dijo mi hermano-.
- Como no, te llevaré a los mejores sitios.
Acabamos de cenar y estuvimos un rato en el salón.
Eran las once de la noche y nuestro avión salía a las 10.04 así que tendríamos que madrugar.
- Bueno chicos, a dormir – dijo nuestro padre-.
Eso hicimos. En cuanto me tumbé en la cama me dormí.
Estaba soñando con que era una estrella de la música cuando sonó el despertador.
Las seis de la mañana.
Me levanté y me vestí.
Oí ruidos abajo, parece que era la última en levantarme, así que bajé.
- Vamos dormilona, despídete de tu casa que nos vamos. Las maletas ya están en el coche.
- Un segundo.
Subí a mi habitación y guardé algunas cosas que me quedaban en un bolso, me puse mis vans y me cargué la guitarra en su funda en la espalda.
Miré mi pared, solo quedaba una foto pegada. En ella salíamos Harry y yo sentados en el césped.
La cogí, la guardé en un bolsillo de la mochila y bajé.
- ¡Lista!
- Pues ya estamos todos, en marcha.
Llegamos a Barajas, nos despedimos de nuestros padres y entramos en la zona en la que solo los pasajeros podían entrar.
Llegó la hora de embarcar y en menos que cantaba un gallo estábamos en Londres.
Esperamos a que salieran nuestras maletas y cargados hasta las orejas cogimos un taxi para llegar a nuestra nueva casa.
Era un piso no muy grande.
Tenía dos habitaciones, la cocina, el salón, bastante grande, y el baño.
Dejamos las cosas en nuestras habitaciones y salimos a comprar algo de comida.
Pasaron los meses y llegó el frío, estábamos en noviembre.
Ya estábamos instalados del todo, yo seguí con mi último curso en el instituto y mi hermano en la universidad yo había empezado a trabajar en la tienda de música donde conocí a Harry de dependienta por las tardes, y los fines de semana por las mañanas daba clases de guitarra y de piano. Algo había que hacer para ganar dinero.
Salía de la tienda mientras me ponía mi gorro negro de lana y una bufanda, hacía mucho frío y decidí parar en un Starbucks.
Entré y cuando llegó mi turno pedí un chocolate caliente.
- Joanna- dijo el dependiente tendiéndome mi chocolate-.
Cogí mi chocolate e iba a salir cuando me llamaron la atención cuatro chicos sentados en una mesa, bueno no los cuatro, más bien solo uno.
Hola amigos !!!!! ¿Qué os ha parecido?
Es corto, lo sé, pero ¿ha que os he dejado con la intriga e.e?
Lo sé, soy malvada muhahaha, os haré sufrir.
Bueno, que quiero comentarios y todas esas cositas !!!
miércoles, 1 de agosto de 2012
Capítulo 4 - Little Joanna
Capítulo 4. Planes de futuro.
Ya llevábamos una semana en España y cada noche hablaba con Harry antes de irme a dormir.
Lloraba durante un rato largo cada vez que colgaba.
No dormía bien y me levantaba con mala cara todas las mañanas dejando a mis padres preocupados que no sabían exactamente porque estaba así, los únicos que los sabían eran María y mi hermano.
Esas tres semanas que pasé en Londres fueron las mejores semanas de mi vida.
Siempre recordaré la conversación que mantuvimos una semana después de marcharme:
- Hola Harold.
- ¡¡¡Hola Joanna!!!
- Estás muy feliz, cuéntame.
- Pues ayer fui a la prueba que te dije para entrar en un grupo.
- Si…
- Pues… ¡Me han cogido!
- AAAHHHHHHH, ¡ENHORABUENA!
Nos pusimos a gritar los dos.
- ¿Cómo se llama el grupo? Quiero ser la primera en escucharos y ser vuestra fan número uno.
- Pues todavía no tenemos nombre. Tenemos algunos pensados, pero no es nada seguro. Bueno, me voy a tener que ir yendo, estamos haciendo algunas canciones.
- Vale. Me alegro mucho, de verdad.
- Gracias. Bueno, adiós.
- Adiós.
Pasaron los meses y tuve que volver al instituto.
Este año había venido un chico que se había unido a los “malotes” y me insultaban más que nunca y yo ya no podía más, gracias a mi hermano Ron me había librado más de una vez de que me pegaran.
Y por fin acabó el curso, el peor curso de mi vida.
Las cosas habían cambiado.
María había empezado a salir con un chico y me había dejado de lado, así que ahora no tenía a nadie.
Tenía un año más, ya 17 años y dentro de poco hacía un año que conocí a Harry, que ya tendría 21 para 22.
Me había teñido el pelo, me había puesto las puntas de rojo y me hice un tatuaje de una partitura en el tobillo.
Harry y yo ya no hablábamos tanto, y tampoco teníamos claro que éramos. Nos habíamos besado, pero ese tema nunca salió a la luz.
Hacía un día soleado y mi hermano y yo decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores y hablar de alguna cosa que teníamos planeadas.
Nosotros no éramos los típicos hermanos que se peleaban, éramos todo lo contrario, nos llevábamos genial. Hace poco habíamos empezado a subir videos a youtube de covers de nuestros grupos favoritos como The Beatles o Simple Plan entre otros.
Yo cantaba y él hacía los coros mientras cada uno tocaba un instrumento.
Yo solía tocar la guitarra, menos en algunas covers que hacía yo sola que las hacía con el piano, y mi hermano tocaba el bajo.
Teníamos algún que otro seguidor por ahí.
En este paseo decidimos que por fin se lo íbamos a decir a nuestros padres.
Llegamos a la hora de la comida y cuando acabamos Ron y yo nos miramos.
Era yo la que iba a hablar.
- Mamá, papá, queríamos deciros algo.
- Nosotros también queríamos deciros algo, pero adelante, vosotros primero.
Miré a Ron y me asintió.
- Pues que Ron y yo, después de pensarlo mucho hemos decidido que nos queremos ir a vivir a Londres. Podremos seguir allí estudiando.
- ¿Cuál es la razón de iros allí?
- Papá ya no aguanto más aquí, allí nadie me conoce y podré empezar de cero.
Mentira. Si conocía a alguien. Aunque ya casi no hablábamos porque estaba ocupado con el grupo, pero me acordaba de él todos los días.
- ¿Te siguen insultando?
Sí, yo les contaba todo a mis padres, no tenía nada que esconder.
- Ya no es solo por eso, allí tengo más oportunidades de querer hacer lo que quiero, que es dedicarme a la música, además, estaremos bien allí. Hemos estado mirando pisos para alquilar y no son muy caros.
- Os dejaremos por una razón – Ron y yo nos miramos y sonreímos-. Lo que os queríamos decir era que nos vamos a mudar.
- ¿A mudar? ¿A dónde? – Preguntó Ron-.
- A Londres.
- ¿En serio?
- Sí, pero sería dentro de un tiempo. Así que si os queréis ir vosotros antes y vivir solos, adelante.
Me levanté y abracé a mis padres.
Espero que os guste este capítulo, es más corto y es un poco para encarrilar lo que vendrá después.
Quiero ver comentarios de qué os parece, que me hacéis feliz cuando los veo :)
También podéis decirme que os ha parecido por twitter (@McMiriam1D)
El siguiente no tardaré en escribirlo :D
Ya llevábamos una semana en España y cada noche hablaba con Harry antes de irme a dormir.
Lloraba durante un rato largo cada vez que colgaba.
No dormía bien y me levantaba con mala cara todas las mañanas dejando a mis padres preocupados que no sabían exactamente porque estaba así, los únicos que los sabían eran María y mi hermano.
Esas tres semanas que pasé en Londres fueron las mejores semanas de mi vida.
Siempre recordaré la conversación que mantuvimos una semana después de marcharme:
- Hola Harold.
- ¡¡¡Hola Joanna!!!
- Estás muy feliz, cuéntame.
- Pues ayer fui a la prueba que te dije para entrar en un grupo.
- Si…
- Pues… ¡Me han cogido!
- AAAHHHHHHH, ¡ENHORABUENA!
Nos pusimos a gritar los dos.
- ¿Cómo se llama el grupo? Quiero ser la primera en escucharos y ser vuestra fan número uno.
- Pues todavía no tenemos nombre. Tenemos algunos pensados, pero no es nada seguro. Bueno, me voy a tener que ir yendo, estamos haciendo algunas canciones.
- Vale. Me alegro mucho, de verdad.
- Gracias. Bueno, adiós.
- Adiós.
Pasaron los meses y tuve que volver al instituto.
Este año había venido un chico que se había unido a los “malotes” y me insultaban más que nunca y yo ya no podía más, gracias a mi hermano Ron me había librado más de una vez de que me pegaran.
Y por fin acabó el curso, el peor curso de mi vida.
Las cosas habían cambiado.
María había empezado a salir con un chico y me había dejado de lado, así que ahora no tenía a nadie.
Tenía un año más, ya 17 años y dentro de poco hacía un año que conocí a Harry, que ya tendría 21 para 22.
Me había teñido el pelo, me había puesto las puntas de rojo y me hice un tatuaje de una partitura en el tobillo.
Harry y yo ya no hablábamos tanto, y tampoco teníamos claro que éramos. Nos habíamos besado, pero ese tema nunca salió a la luz.
Hacía un día soleado y mi hermano y yo decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores y hablar de alguna cosa que teníamos planeadas.
Nosotros no éramos los típicos hermanos que se peleaban, éramos todo lo contrario, nos llevábamos genial. Hace poco habíamos empezado a subir videos a youtube de covers de nuestros grupos favoritos como The Beatles o Simple Plan entre otros.
Yo cantaba y él hacía los coros mientras cada uno tocaba un instrumento.
Yo solía tocar la guitarra, menos en algunas covers que hacía yo sola que las hacía con el piano, y mi hermano tocaba el bajo.
Teníamos algún que otro seguidor por ahí.
En este paseo decidimos que por fin se lo íbamos a decir a nuestros padres.
Llegamos a la hora de la comida y cuando acabamos Ron y yo nos miramos.
Era yo la que iba a hablar.
- Mamá, papá, queríamos deciros algo.
- Nosotros también queríamos deciros algo, pero adelante, vosotros primero.
Miré a Ron y me asintió.
- Pues que Ron y yo, después de pensarlo mucho hemos decidido que nos queremos ir a vivir a Londres. Podremos seguir allí estudiando.
- ¿Cuál es la razón de iros allí?
- Papá ya no aguanto más aquí, allí nadie me conoce y podré empezar de cero.
Mentira. Si conocía a alguien. Aunque ya casi no hablábamos porque estaba ocupado con el grupo, pero me acordaba de él todos los días.
- ¿Te siguen insultando?
Sí, yo les contaba todo a mis padres, no tenía nada que esconder.
- Ya no es solo por eso, allí tengo más oportunidades de querer hacer lo que quiero, que es dedicarme a la música, además, estaremos bien allí. Hemos estado mirando pisos para alquilar y no son muy caros.
- Os dejaremos por una razón – Ron y yo nos miramos y sonreímos-. Lo que os queríamos decir era que nos vamos a mudar.
- ¿A mudar? ¿A dónde? – Preguntó Ron-.
- A Londres.
- ¿En serio?
- Sí, pero sería dentro de un tiempo. Así que si os queréis ir vosotros antes y vivir solos, adelante.
Me levanté y abracé a mis padres.
Espero que os guste este capítulo, es más corto y es un poco para encarrilar lo que vendrá después.
Quiero ver comentarios de qué os parece, que me hacéis feliz cuando los veo :)
También podéis decirme que os ha parecido por twitter (@McMiriam1D)
El siguiente no tardaré en escribirlo :D
viernes, 27 de julio de 2012
Capítulo 3 - Little Joanna
Capítulo 3. Hasta luego.
*POV Joanna*
Fueron pasando los días en Londres. Unos días con sol, otros con lluvia…
Visitamos Londres entera gracias a nuestro guía Harry.
Quedábamos cada día con él, y cada día me resultaba más guapo.
- Te estás enamorando – me decía María-.
- Eso es mentira, solo es mi amigo.
- Claro, claro.
Era nuestro último día en Londres, al día siguiente volveríamos a España.
Quedamos con que Harry iba a venir a buscarnos al hotel en su coche para ir a un parque.
Hacía un día muy bueno. Me puse unos pantalones cortos y una camiseta negra con el dibujo de una guitarra y en los pies, mis vans.
Estábamos en el hall esperando cuando oímos un claxon.
Era él. Se bajó de su coche negro con sus gafas de sol a lo aviador.
Era tan…
- Hola chicas – dijo en español-.
No pude evitar reírme.
- Hola – le saludamos María y yo-.
Nos montamos las dos atrás. Antes de arrancar puso la radio y empezaron a sonar The Beatles.
Estuvimos una hora en el coche, el parque estaba a las afueras.
- Ya hemos llegado – dijo mientras se bajaba del coche-.
Nos abrió la puerta y bajamos.
Se respiraba tranquilidad y se podía oír todo tipo de animales.
- Damos un paseo y luego tengo una sorpresa preparada –dijo Harry-.
Dimos toda la vuelta al parque, era bastante grande.
Nos llevó toda la mañana.
De repente me sonaron las tripas.
Me miraron los dos y se empezaron a reír.
- No os riáis, tengo mucha hambre.
Siguieron riéndose hasta que volvimos al coche.
Ya me iba a subir cuando Harry me lo impidió.
- ¿Si no me subo como quieres que vayamos a comer?
- Porque la comida la he traído de casa.
Le expliqué a María lo que había dicho y de repente gritó:
- ¡PICNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIC!
Harry empezó a sacar cosas del maletero.
Nos dio a nosotras lo que menos pesaba y andamos un poco hasta llegar al río.
.jpg)
Extendió un mantel blanco sobre el césped.
Hizo que nos sentáramos mientras el sacaba toda la comida.
- Creo que te has pasado –le dije-.
- Yo creo que no. Como mucho.
Abrió un tupper donde se vio que hizo el intento de hacer una tortilla de patata, pero no le salió muy bien. Yo me empecé a reír.
- Prométeme que me vas a enseñar a hacerla.
- Yo te enseñaré.
Nos quedamos mirándonos a los ojos.
De repente María se levantó con la cámara de fotos en la mano.
- Venga, hay que inmortalizar el momento.
Nos dejamos de mirar. Harry me acercó a él y me abrazó por detrás.
Miramos a la cámara y el flash saltó.
Sonreí hacía María.
Empezamos a comer, había traído sándwiches, fruta, de todo, en resumen, demasiada comida.
Pero no quedó ni uno miga de pan.
- Te dije que comía mucho. Bueno, creo que tenéis que descansar para mañana.
- Sí – contesté-.
No quería irme de allí.
Volvimos al hotel.
Estuvimos un rato con Harry en la puerta, un rato tan grande que se hizo de noche.
Nos despedimos y subimos a nuestra habitación.
Hicimos la maleta. Dejé la ropa que me iba a poner el día siguiente fuera y me metí en la cama.
Tardé un buen rato en dormirme.
Al día siguiente nos despertamos muy temprano, teníamos que estar dos horas antes en el aeropuerto, y el avión salía a las 9:15.
Cargamos nuestras maletas en el taxi que venía a recogernos y pusimos rumbo al aeropuerto.
Facturamos las maletas y fuimos a una cafetería a desayunar.
Al despedirnos le dije a Harry que no hacía falta que viniera a despedirse, alguna vez nos había dicho que no le gustaba madrugar, entonces di por hecho que no iba a venir y que ayer fue la última vez que nos vimos. Oímos que las personas de nuestro vuelo teníamos que ir a la puerta de embarque, y así hicimos.
De repente no aguanté más y me resbalaron unas lágrimas por la mejilla.
María me vio y me abrazó.
- Eh, no llores, por favor.
Se separó de mí, no dejaba de mirar detrás de mi.
Me giré y vi al chico que hace tres semanas me golpeó con una puerta.
Corrí hacía él a abrazarle.
- Prométeme que volveremos a vernos, que me enseñarás a hacer tortilla de patata y que hablaremos cada día – me dijo al oído-.
- Te lo prometo.
Me separó un poco de él, nos quedamos mirándonos unos segundos.
De repente sentí sus labios sobre los míos.
Cuando nos separamos solo pude llorar mientras él me decía:
- Recuerda que esto no es un adiós, si no un hasta luego.
Me alejé de él sin dejar de mirarle y nos montamos en el avión rumbo a España.
Bueno, espero que os guste. Yo he muerto de amor escribiéndolo :)
En cuanto ve algún comentario intentaré subir el siguiente.
Me alegra mucho ver vuestros comentarios.
Y gracias por leerme !!
*POV Joanna*
Fueron pasando los días en Londres. Unos días con sol, otros con lluvia…
Visitamos Londres entera gracias a nuestro guía Harry.
Quedábamos cada día con él, y cada día me resultaba más guapo.
- Te estás enamorando – me decía María-.
- Eso es mentira, solo es mi amigo.
- Claro, claro.
Era nuestro último día en Londres, al día siguiente volveríamos a España.
Quedamos con que Harry iba a venir a buscarnos al hotel en su coche para ir a un parque.
Hacía un día muy bueno. Me puse unos pantalones cortos y una camiseta negra con el dibujo de una guitarra y en los pies, mis vans.
Estábamos en el hall esperando cuando oímos un claxon.
Era él. Se bajó de su coche negro con sus gafas de sol a lo aviador.
Era tan…
- Hola chicas – dijo en español-.
No pude evitar reírme.
- Hola – le saludamos María y yo-.
Nos montamos las dos atrás. Antes de arrancar puso la radio y empezaron a sonar The Beatles.
Estuvimos una hora en el coche, el parque estaba a las afueras.
- Ya hemos llegado – dijo mientras se bajaba del coche-.
Nos abrió la puerta y bajamos.
Se respiraba tranquilidad y se podía oír todo tipo de animales.
- Damos un paseo y luego tengo una sorpresa preparada –dijo Harry-.
Dimos toda la vuelta al parque, era bastante grande.
Nos llevó toda la mañana.
De repente me sonaron las tripas.
Me miraron los dos y se empezaron a reír.
- No os riáis, tengo mucha hambre.
Siguieron riéndose hasta que volvimos al coche.
Ya me iba a subir cuando Harry me lo impidió.
- ¿Si no me subo como quieres que vayamos a comer?
- Porque la comida la he traído de casa.
Le expliqué a María lo que había dicho y de repente gritó:
- ¡PICNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIC!
Harry empezó a sacar cosas del maletero.
Nos dio a nosotras lo que menos pesaba y andamos un poco hasta llegar al río.
.jpg)
Extendió un mantel blanco sobre el césped.
Hizo que nos sentáramos mientras el sacaba toda la comida.
- Creo que te has pasado –le dije-.
- Yo creo que no. Como mucho.
Abrió un tupper donde se vio que hizo el intento de hacer una tortilla de patata, pero no le salió muy bien. Yo me empecé a reír.
- Prométeme que me vas a enseñar a hacerla.
- Yo te enseñaré.
Nos quedamos mirándonos a los ojos.
De repente María se levantó con la cámara de fotos en la mano.
- Venga, hay que inmortalizar el momento.
Nos dejamos de mirar. Harry me acercó a él y me abrazó por detrás.
Miramos a la cámara y el flash saltó.
Sonreí hacía María.
Empezamos a comer, había traído sándwiches, fruta, de todo, en resumen, demasiada comida.
Pero no quedó ni uno miga de pan.
- Te dije que comía mucho. Bueno, creo que tenéis que descansar para mañana.
- Sí – contesté-.
No quería irme de allí.
Volvimos al hotel.
Estuvimos un rato con Harry en la puerta, un rato tan grande que se hizo de noche.
Nos despedimos y subimos a nuestra habitación.
Hicimos la maleta. Dejé la ropa que me iba a poner el día siguiente fuera y me metí en la cama.
Tardé un buen rato en dormirme.
Al día siguiente nos despertamos muy temprano, teníamos que estar dos horas antes en el aeropuerto, y el avión salía a las 9:15.
Cargamos nuestras maletas en el taxi que venía a recogernos y pusimos rumbo al aeropuerto.
Facturamos las maletas y fuimos a una cafetería a desayunar.
Al despedirnos le dije a Harry que no hacía falta que viniera a despedirse, alguna vez nos había dicho que no le gustaba madrugar, entonces di por hecho que no iba a venir y que ayer fue la última vez que nos vimos. Oímos que las personas de nuestro vuelo teníamos que ir a la puerta de embarque, y así hicimos.
De repente no aguanté más y me resbalaron unas lágrimas por la mejilla.
María me vio y me abrazó.
- Eh, no llores, por favor.
Se separó de mí, no dejaba de mirar detrás de mi.
Me giré y vi al chico que hace tres semanas me golpeó con una puerta.
Corrí hacía él a abrazarle.
- Prométeme que volveremos a vernos, que me enseñarás a hacer tortilla de patata y que hablaremos cada día – me dijo al oído-.
- Te lo prometo.
Me separó un poco de él, nos quedamos mirándonos unos segundos.
De repente sentí sus labios sobre los míos.
Cuando nos separamos solo pude llorar mientras él me decía:
- Recuerda que esto no es un adiós, si no un hasta luego.
Me alejé de él sin dejar de mirarle y nos montamos en el avión rumbo a España.
Bueno, espero que os guste. Yo he muerto de amor escribiéndolo :)
En cuanto ve algún comentario intentaré subir el siguiente.
Me alegra mucho ver vuestros comentarios.
Y gracias por leerme !!
miércoles, 25 de julio de 2012
Capítulo 2 - Little Joanna
Capítulo 2. Starbucks.
- Os reíais de mi, ¿verdad?
- Para nada.
Me miró.
- Bueno, solo un poco. De que no nos entendías.
- Sabes que a mí los idiomas…
- Si te esfuerzas tendrás buenos resultados, pero eres una vaga.
- Eso es mentira.
Ahora fui yo quién la miró.
- Bueno, solo un poquito. Y bueno, ¿qué habéis hablado?
-Nos ha invitado mañana a un Starbucks. Por el golpe que me ha dado y por el chichón que me va a salir.
- Pero un chichón a cambio de conocer a…
- Harry.
- A Harry, era guapo, no te quejarás. Tienes suerte. Todos los chicos van a ti.
- No digas eso. Soy una chica cualquiera, con mi pelo y ojos marrones. Lo más normal del mundo.
- Pero eso aquí es exótico.
- No creo.
- Bueno, esto no lleva a ningún sitio. Deberíamos volver al hotel a ver que hacemos con ese chichón, aunque ya poco.
Volvimos al hotel. Pedimos un poco de hielo que al cabo del rato me bajó un poco la hinchazón, pero no mucho. Porque eso se debía poner nada más se hacía.
Cenamos en el hotel y nos fuimos a dormir pronto.
A la mañana siguiente cuando nos despertamos nos vestimos y bajamos a desayunar.
Me dolía la cabeza por el golpe de ayer y no tenía muchas ganas de nada, así que decidimos quedarnos por la zona para comprarnos cosas.
- Mira, allí hay una tienda de recuerdos.
- ¡Somos guiris! – grité en medio de la calle.
Una señora mayor se nos quedó mirando a las dos, nos miramos y echamos a correr hacia la tienda antes de que la señora llamara a la policía.
- Tú estás muy mal –me dijo María-.
- Eso ya lo sé. ¿Todavía no sabes que me escapé del manicomio?
- ¡Police, police! ¡Una loca!
Nos reímos las dos. Yo me reí más que de eso, de su pronunciación.
- María, se pronuncia polis, no police como suena.
- Ya llegó la lista.
Entramos a la tienda y empezamos a coger todas las cosas que nos gustaron para nosotras y algúna cosilla para los demás y cuando acabamos lo pagamos todo y nos quedamos por los alrededores.
- Tengo un hambre que me comería una ballena (?)
- Pues ahí hay un puesto de hot-dogs, no se si te servirá.
- ¿Un puesto de qué?
- De perritos calientes.
- Ahhh, ¡vale!
Nos acercamos al puesto y pedimos un perrito para cada una. Nos sentamos en un banco a comérnoslo.
- ¿Ahora que hacemos?
- No sé, ¿qué hora es?
- Van a ser las tres.
- Voto por irnos a dormir al hotel.
- Hoy eres tú la vaga.
- Hoy estoy malita –contraataqué yo-.
Volvimos al hotel y mientras María hacía el tonto yo me quedé dormida.
- ¡¡JOANNA!!
Noté que me zarandeaban.
- ¿Qué?
- Despiértate. ¿A que hora habías quedado con…
- Harry.
- ¡Eso!
Miré el reloj y eran las 18:15.
- A las siete. ¿Por qué no me has despertado antes? Vamos a llegar tarde.
- Estabas tan mona dormida –dijo poniendo ojos como de enamorada (?)-
- Cállate anda y vámonos.
Salimos y cogimos el bus hasta el London Eye.
Llegamos a las siete en punto.
- Por cierto, una cosa te digo. Me tenéis que traducir todo lo que habláis.
- Vaaale. Mira allí está.
Nos acercamos a él que no dejaba de observarnos.
- Hola.
- Hola chicas.
- Ha dicho hola chicas – le dije a María-.
Fuimos tranquilamente al Starbucks hablando y traduciendo a María lo que decíamos.
- Os invito yo. ¿Qué queréis?
- Yo un frapuccino de chocolate.
-¿Tú que quieres María?
- Frapuccino de chocolate.
- Dos frapuccinos de chocolate.
- Que sean tres –dijo él-.
Nos llamaron cuando los tenían listos. Subimos a la parte de arriba, y allí nos pusimos a hablar como si nos conociésemos de toda la vida.
Se llamaba Harry Judd y tenía 20 años, aunque en diciembre hacía 21.
Le gustaba mucho la música y tocaba la batería.
*POV Harry*
- Una cosa Harry, ¿dónde ibas con tanta prisa ayer? – me preguntó.
- A por unas baquetas nuevas. Estoy ensayando muy duro porque dentro de 3 semanas voy a un casting para entrar a un grupo. Les falta el batería.
- Pues mucha suerte. Nosotras ya no estaremos aquí –me sonrió-.
Era una chica estupenda, tenía 4 años menos que yo, pero no me importaba. Era muy guapa, me gustaban muchos sus ojos marrones. En Londres no se solían ver muchos.
Tenía muy buen gusto para la música y para todo. Era la chica del sueño de cada hombre.
- Bueno, se me ha hecho tarde –dije-.
- A nosotras también.
Salimos del Sturbucks, intercambiamos teléfonos y nos despedimos.
Espero que os guste este capítulo. Quiero vuestros comentarios. Y espero no tardar en subir el siguiente :)
- Os reíais de mi, ¿verdad?
- Para nada.
Me miró.
- Bueno, solo un poco. De que no nos entendías.
- Sabes que a mí los idiomas…
- Si te esfuerzas tendrás buenos resultados, pero eres una vaga.
- Eso es mentira.
Ahora fui yo quién la miró.
- Bueno, solo un poquito. Y bueno, ¿qué habéis hablado?
-Nos ha invitado mañana a un Starbucks. Por el golpe que me ha dado y por el chichón que me va a salir.
- Pero un chichón a cambio de conocer a…
- Harry.
- A Harry, era guapo, no te quejarás. Tienes suerte. Todos los chicos van a ti.
- No digas eso. Soy una chica cualquiera, con mi pelo y ojos marrones. Lo más normal del mundo.
- Pero eso aquí es exótico.
- No creo.
- Bueno, esto no lleva a ningún sitio. Deberíamos volver al hotel a ver que hacemos con ese chichón, aunque ya poco.
Volvimos al hotel. Pedimos un poco de hielo que al cabo del rato me bajó un poco la hinchazón, pero no mucho. Porque eso se debía poner nada más se hacía.
Cenamos en el hotel y nos fuimos a dormir pronto.
A la mañana siguiente cuando nos despertamos nos vestimos y bajamos a desayunar.
Me dolía la cabeza por el golpe de ayer y no tenía muchas ganas de nada, así que decidimos quedarnos por la zona para comprarnos cosas.
- Mira, allí hay una tienda de recuerdos.
- ¡Somos guiris! – grité en medio de la calle.
Una señora mayor se nos quedó mirando a las dos, nos miramos y echamos a correr hacia la tienda antes de que la señora llamara a la policía.
- Tú estás muy mal –me dijo María-.
- Eso ya lo sé. ¿Todavía no sabes que me escapé del manicomio?
- ¡Police, police! ¡Una loca!
Nos reímos las dos. Yo me reí más que de eso, de su pronunciación.
- María, se pronuncia polis, no police como suena.
- Ya llegó la lista.
Entramos a la tienda y empezamos a coger todas las cosas que nos gustaron para nosotras y algúna cosilla para los demás y cuando acabamos lo pagamos todo y nos quedamos por los alrededores.
- Tengo un hambre que me comería una ballena (?)
- Pues ahí hay un puesto de hot-dogs, no se si te servirá.
- ¿Un puesto de qué?
- De perritos calientes.
- Ahhh, ¡vale!
Nos acercamos al puesto y pedimos un perrito para cada una. Nos sentamos en un banco a comérnoslo.
- ¿Ahora que hacemos?
- No sé, ¿qué hora es?
- Van a ser las tres.
- Voto por irnos a dormir al hotel.
- Hoy eres tú la vaga.
- Hoy estoy malita –contraataqué yo-.
Volvimos al hotel y mientras María hacía el tonto yo me quedé dormida.
- ¡¡JOANNA!!
Noté que me zarandeaban.
- ¿Qué?
- Despiértate. ¿A que hora habías quedado con…
- Harry.
- ¡Eso!
Miré el reloj y eran las 18:15.
- A las siete. ¿Por qué no me has despertado antes? Vamos a llegar tarde.
- Estabas tan mona dormida –dijo poniendo ojos como de enamorada (?)-
- Cállate anda y vámonos.
Salimos y cogimos el bus hasta el London Eye.
Llegamos a las siete en punto.
- Por cierto, una cosa te digo. Me tenéis que traducir todo lo que habláis.
- Vaaale. Mira allí está.
Nos acercamos a él que no dejaba de observarnos.
- Hola.
- Hola chicas.
- Ha dicho hola chicas – le dije a María-.
Fuimos tranquilamente al Starbucks hablando y traduciendo a María lo que decíamos.
- Os invito yo. ¿Qué queréis?
- Yo un frapuccino de chocolate.
-¿Tú que quieres María?
- Frapuccino de chocolate.
- Dos frapuccinos de chocolate.
- Que sean tres –dijo él-.
Nos llamaron cuando los tenían listos. Subimos a la parte de arriba, y allí nos pusimos a hablar como si nos conociésemos de toda la vida.
Se llamaba Harry Judd y tenía 20 años, aunque en diciembre hacía 21.
Le gustaba mucho la música y tocaba la batería.
*POV Harry*
- Una cosa Harry, ¿dónde ibas con tanta prisa ayer? – me preguntó.
- A por unas baquetas nuevas. Estoy ensayando muy duro porque dentro de 3 semanas voy a un casting para entrar a un grupo. Les falta el batería.
- Pues mucha suerte. Nosotras ya no estaremos aquí –me sonrió-.
Era una chica estupenda, tenía 4 años menos que yo, pero no me importaba. Era muy guapa, me gustaban muchos sus ojos marrones. En Londres no se solían ver muchos.
Tenía muy buen gusto para la música y para todo. Era la chica del sueño de cada hombre.
- Bueno, se me ha hecho tarde –dije-.
- A nosotras también.
Salimos del Sturbucks, intercambiamos teléfonos y nos despedimos.
Espero que os guste este capítulo. Quiero vuestros comentarios. Y espero no tardar en subir el siguiente :)
lunes, 23 de julio de 2012
Capítulo 1 - Little Joanna
Capítulo 1. El golpe.
Oh, que tonta de mi, se me olvidó presentarme.
Me llamo Joanna. Sí, un poco raro el nombre ¿no? Mi padre es inglés aunque nunca he viajado a Reino Unido porque toda su familia se trasladó a España hace mucho tiempo. Pero se hablar el inglés como el español.
Bueno, tengo 16 años. Tengo un hermano que se llama Ronald y tiene un año más que yo.
Tengo un padre y una madre como todo el mundo y tengo, como no, a mi mejor amiga.
María.
La chica que estaba durmiendo agotada en la cama de al lado después de pasar la tarde en Londres.
Hoy será un día duro. Convencimos a nuestros padres de que nos dejaran venir gracias a que éramos responsables y era nuestro sueño.
Nos costó un poco, sobre todo eso de ser menores, pero aquí estamos y yo sin poder dormir porque he visto mi sueño cumplido. Estoy muy cansada. Creo que es hora de que descanse.
Al día siguiente nos despertamos con el sol que entraba por la ventana.
Me dí una ducha y mientras se duchaba María me arreglé.
Me puse unos pitillos vaqueros, mi camiseta con el símbolo de Batman, sí, me encantaban los superhéroes, y para terminar mis vans negras. Encima me puse una chaqueta.
Hacía sol, pero el sol no quería decir que hiciese calor. Estábamos en pleno junio, pero aquí las temperaturas no son muy altas.
Me pinté un poco los ojos, sin parecer una del montón que se pintaban como si les fuera la vida en ello ni de las que se ponen encima pequeños trapos que lo hacen llamar camisetas o cinturones a los que llaman faldas. Me gustaban más las camisetas anchas.
En mi instituto me decían que era una friki y que parecía un chico. Pues bueno, que piensen lo que quieran.
Ya había llorado demasiado por todas estas mierdas.
María salió de la ducha y bajamos a desayunar.
- No se que coger, hay tantas cosas.
- Yo me decanto por dos huevos y bacon.
- Tú pisando fuerte-dijo María.
- Es mi gen inglés, que me sale a veces.
- Jajaja Yo sigo con mi vaso de leche y cereales.
- Jajaja –nos reímos las dos.
- Anda vamos a desayunar rápido que tenemos muchos sitios que visitar.
En media hora estábamos en la puerta del hotel con nuestras mochilas a la espalda esperando un autobús para ir al centro.
- Entonces hoy nos montamos en el London Eye y nos quedamos por esa zona ¿no?
- Sí. Tengo ganas de montar y de pasar un día tranquilo - dije-.
- Tienes razón, tenemos días no tenemos por qué ir corriendo.
- Ojalá algún día podamos vivir aquí. ¿Te imaginas?
- Eso sería…
Llegamos a la zona del London Eye.
Compramos nuestras entradas y nos pusimos a la cola. Cuando llegó nuestro turno subimos, nerviosas. Y se empezó a mover.
Las vistas desde allí eran espectaculares.
- Es alucinante-dije-.
Cuando bajamos estuvimos dando una vuelta por los alrededores sacando fotos.
Nos metimos por una calle y pasamos al lado de una tienda que me llamó la atención.
Miré el escaparate y me faltó poco para caerme redonda al suelo.
- ¡Una tienda de música!
- Estás loca- dijo María mirándome.
- Sabes que la música lo es todo para mí.
Y así era, no lo había mencionado. Desde pequeña había aprendido a tocar el piano y desde los diez años empecé con la guitarra.
Miré de repente a María con ojos de perrito pachón (?)
- ¿A que vamos a entraaaaaaaaaaaaaar? Porfiiiiiiiiiiiiiii
- Yo entro por ti e.e
- ¡¡ GRACIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSS !! – dije mientras la abrazaba.
Eso era un sueño. Ver tantos instrumentos juntos, buena música de fondo.
Yo me iba a quedar ahí a vivir. ¡Oh, sí!
Vi una guitarra preciosa y no puede evitar cogerla.
- No me digas que no te gusta – dije a María-.
- Es bonita – dijo sonriendo-.
- Bueno, creo que ya nos podemos ir. No me voy a poder comprar nada por más que quiera.
Íbamos a salir por la puerta cuando alguien entró de golpe y la puerta me dio un golpe en la cabeza y me caí al suelo.
- Oh, perdón… ¿Estás bien? ¿Te duele?
Me puse la mano en la cabeza.
Miré hacia arriba y me pareció ver a un ángel. Pelo negro con cresta, ojos azules…
- Creo que estoy bien –dije en un perfecto inglés-.
- Menos mal. Lo siento. Iba con prisa.
- Estoy bien, no te preocupes.
Me tendió la mano y me ayudó a levantarme.
- Te invito a algo. Bueno, a ti y a tu amiga, que nos está mirando raro. Te invito, por el golpe.
No me lo pensé dos veces
- Oh, vale.
- ¿Te gusta el Starbucks? Seguro que si, en el de la calle…
- No somos de aquí, no conozco nada -le corté-.
- Entonces quedamos debajo del London Eye. A las siete.
- Vale, emm…
- Oh, Harry.
- Joanna. Ella es María. No sabe mucho inglés la pobre.
Nos reímos los dos mientras María nos echaba una de sus miradas asesinas.
Nos despedimos y María y yo salimos de la tienda
Pues... Espero que os guste. Quiero ver vuestros comentarios.
Me ha salido bastante largo.
Aquí ya aparece Harry, pero tampoco quiero que sea como el típico fic que se conocen, se enamoran y en el tercer capítulo ya se han casado y tienen tres hijos (es un decir).
Espero subir a menudo, no esperar otro año a subir el siguiente xD
Pues, ¡espero que os guste!
Oh, que tonta de mi, se me olvidó presentarme.
Me llamo Joanna. Sí, un poco raro el nombre ¿no? Mi padre es inglés aunque nunca he viajado a Reino Unido porque toda su familia se trasladó a España hace mucho tiempo. Pero se hablar el inglés como el español.
Bueno, tengo 16 años. Tengo un hermano que se llama Ronald y tiene un año más que yo.
Tengo un padre y una madre como todo el mundo y tengo, como no, a mi mejor amiga.
María.
La chica que estaba durmiendo agotada en la cama de al lado después de pasar la tarde en Londres.
Hoy será un día duro. Convencimos a nuestros padres de que nos dejaran venir gracias a que éramos responsables y era nuestro sueño.
Nos costó un poco, sobre todo eso de ser menores, pero aquí estamos y yo sin poder dormir porque he visto mi sueño cumplido. Estoy muy cansada. Creo que es hora de que descanse.
Al día siguiente nos despertamos con el sol que entraba por la ventana.
Me dí una ducha y mientras se duchaba María me arreglé.
Me puse unos pitillos vaqueros, mi camiseta con el símbolo de Batman, sí, me encantaban los superhéroes, y para terminar mis vans negras. Encima me puse una chaqueta.
Hacía sol, pero el sol no quería decir que hiciese calor. Estábamos en pleno junio, pero aquí las temperaturas no son muy altas.
Me pinté un poco los ojos, sin parecer una del montón que se pintaban como si les fuera la vida en ello ni de las que se ponen encima pequeños trapos que lo hacen llamar camisetas o cinturones a los que llaman faldas. Me gustaban más las camisetas anchas.
En mi instituto me decían que era una friki y que parecía un chico. Pues bueno, que piensen lo que quieran.
Ya había llorado demasiado por todas estas mierdas.
María salió de la ducha y bajamos a desayunar.
- No se que coger, hay tantas cosas.
- Yo me decanto por dos huevos y bacon.
- Tú pisando fuerte-dijo María.
- Es mi gen inglés, que me sale a veces.
- Jajaja Yo sigo con mi vaso de leche y cereales.
- Jajaja –nos reímos las dos.
- Anda vamos a desayunar rápido que tenemos muchos sitios que visitar.
En media hora estábamos en la puerta del hotel con nuestras mochilas a la espalda esperando un autobús para ir al centro.
- Entonces hoy nos montamos en el London Eye y nos quedamos por esa zona ¿no?
- Sí. Tengo ganas de montar y de pasar un día tranquilo - dije-.
- Tienes razón, tenemos días no tenemos por qué ir corriendo.
- Ojalá algún día podamos vivir aquí. ¿Te imaginas?
- Eso sería…
Llegamos a la zona del London Eye.
Compramos nuestras entradas y nos pusimos a la cola. Cuando llegó nuestro turno subimos, nerviosas. Y se empezó a mover.
Las vistas desde allí eran espectaculares.
- Es alucinante-dije-.
Cuando bajamos estuvimos dando una vuelta por los alrededores sacando fotos.
Nos metimos por una calle y pasamos al lado de una tienda que me llamó la atención.
Miré el escaparate y me faltó poco para caerme redonda al suelo.
- ¡Una tienda de música!
- Estás loca- dijo María mirándome.
- Sabes que la música lo es todo para mí.
Y así era, no lo había mencionado. Desde pequeña había aprendido a tocar el piano y desde los diez años empecé con la guitarra.
Miré de repente a María con ojos de perrito pachón (?)
- ¿A que vamos a entraaaaaaaaaaaaaar? Porfiiiiiiiiiiiiiii
- Yo entro por ti e.e
- ¡¡ GRACIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSS !! – dije mientras la abrazaba.
Eso era un sueño. Ver tantos instrumentos juntos, buena música de fondo.
Yo me iba a quedar ahí a vivir. ¡Oh, sí!
Vi una guitarra preciosa y no puede evitar cogerla.
- No me digas que no te gusta – dije a María-.
- Es bonita – dijo sonriendo-.
- Bueno, creo que ya nos podemos ir. No me voy a poder comprar nada por más que quiera.
Íbamos a salir por la puerta cuando alguien entró de golpe y la puerta me dio un golpe en la cabeza y me caí al suelo.
- Oh, perdón… ¿Estás bien? ¿Te duele?
Me puse la mano en la cabeza.
Miré hacia arriba y me pareció ver a un ángel. Pelo negro con cresta, ojos azules…
- Creo que estoy bien –dije en un perfecto inglés-.
- Menos mal. Lo siento. Iba con prisa.
- Estoy bien, no te preocupes.
Me tendió la mano y me ayudó a levantarme.
- Te invito a algo. Bueno, a ti y a tu amiga, que nos está mirando raro. Te invito, por el golpe.
No me lo pensé dos veces
- Oh, vale.
- ¿Te gusta el Starbucks? Seguro que si, en el de la calle…
- No somos de aquí, no conozco nada -le corté-.
- Entonces quedamos debajo del London Eye. A las siete.
- Vale, emm…
- Oh, Harry.
- Joanna. Ella es María. No sabe mucho inglés la pobre.
Nos reímos los dos mientras María nos echaba una de sus miradas asesinas.
Nos despedimos y María y yo salimos de la tienda
Pues... Espero que os guste. Quiero ver vuestros comentarios.
Me ha salido bastante largo.
Aquí ya aparece Harry, pero tampoco quiero que sea como el típico fic que se conocen, se enamoran y en el tercer capítulo ya se han casado y tienen tres hijos (es un decir).
Espero subir a menudo, no esperar otro año a subir el siguiente xD
Pues, ¡espero que os guste!
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